El sueño de muchos luego de una temporada de trabajo es abordar uno de los inmensos cruceros que ofrecen salidas a destinos paradisíacos. Paquetes irresistibles todo incluido, diversión y desconexión.
Pero llegó el 2020 y el brote de COVID-19 llevó a cero la facturación de las 26 principales empresas del sector a nivel global, la cual era de unos 20.000 millones de dólares anuales.
Más allá de las consecuencias económicas, que resultan realmente desastrosas, se encuentra la situación humana. La pandemia agarró a muchos cruceros en alta mar.
Fran Strippoli (@FranStrippoli), un tripulante venezolano en una conocida línea de cruceros, le cuenta su experiencia a César Miguel Rondón.
En compañía de Taylor Dolven (@taydolven), redactora de El Nuevo Herald, el periodista hace un acercamiento a esta dura situación que afecta a una de las principales industrias turísticas de la ciudad de Miami.