Han pasado 17 años desde el último juego de Michael Jordan en la NBA, pero todavía la gente se pregunta cómo era la leyenda en la cancha, y el mítico Steve Nash tiene una respuesta. Y es que el fervor por His Airness y su juego ha vuelto a tomar fuerza; el éxito de la serie documental The Last Dance, en Netflix e ESPN, es una muestra de ello.
Los dos miembros del Salón de la Fama del Baloncesto no coincidieron por mucho tiempo. Cuando los Bulls de Chicago de Jordan estaban en sus últimos pasos, Nash daba los pininos con los Phoenix Suns. Además, pudieron jugar en contra en Juegos de Estrellas y durante el retorno de MJ a la duela, pero con el uniforme de los Washington Wizards.
No obstante, eso fue suficiente para que Steve Nash se diera cuenta de cómo era Michael Jordan cuando competía. Y, en resumidas cuentas, el canadiense resalta el aura de intimidación que rodeaba al hombre considerado el mejor jugador de la historia de la NBA.
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“Él (Jordan) tenía ese carisma, además de todos sus dones y habilidades. A nivel mental sabías que era genial”, recuerda Nash, leyenda de Phoenix Suns, en el programa All The Smoke. “En cuanto a jugar contra él, lo único diferente a cualquier otro jugador contra el que he jugado es que había un miedo real de chocar contra él”.
Eso dice mucho de cómo era Michael Jordan en los pabellones de la NBA, pues Steve Nash fue un jugador que poco se intimidaba, y los dos premios al Más Valioso de la liga que ganó son pruebas de ello.
“Nunca he visto a la liga temer a un jugador o tener tanta reverencia por un jugador”, continúa Nash sobre Jordan, ícono de los Chicago Bulls, con los que ganó seis anillos de la NBA.
Steve Nash tiene una teoría sobre cómo la era de Michael Jordan influyó para tener un status de semidios. El otrora base, que también fue estrella de los Dallas Mavericks, cree que en la época de MJ y los Chicago Bulls no había el acceso que se tiene a los jugadores en la actualidad, a través de redes sociales. Eso, para él, convirtió a Jordan en una figura a temer.
Nash es considerado uno de los mejores bases de la historia de la NBA. Nació en Johannesburgo, Sudáfrica, pero se crió en Canadá. Estuvo en el mejor baloncesto del mundo durante 18 temporadas.
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