Los trabajadores informales en México, llegan a los 30 millones de habitantes, de acuerdo al último informe presentado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI).
De acuerdo a la organización internacional del Trabajo (OIT), el empleo informal lo constituyen los vendedores ambulantes, empleadas domésticas, autoempleados como, maestros privados, familiares no remunerados, entre otros.
De los 30 millones de trabajadores informales en México, 15 millones trabaja sin contrato laboral oficial y por ello no cuentan con beneficios de protección social y de salud.
¿Qué está haciendo el Gobierno de AMLO para mitigar el impacto del aislamiento por COVID-19 frente a los menos favorecidos?
El presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció en su discurso matutino la fase 3 de contingencia por coronavirus en el territorio Mexicano, e invitó a los ciudadanos a quedarse en sus viviendas.
A la fecha, 15 de abril de 2020, México reporta 5399 casos de infección, 2100 personas recuperadas y 400 muertes. Para las siguientes semanas se estima que el total de contagiados sea de 300 mil personas.
La crisis que se avecina en México, requiere de apoyos concretos por parte del gobierno al sector empleo señala, Guy Ryder, director de la OIT.
Hasta el momento las medidas del gobierno de AMLO, carecen de efectividad frente a los trabajadores informales; el único plan de apoyo a manera de crédito por 25.000 pesos mexicanos (mil dólares) es para las pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo el presupuesto del fondo de apoyo, solo llegará al millón de beneficiados.
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Aumenta el riesgo de reinfección por COVID-19 en Fase 3
El 50% y 70% de la población infectada podría ser asintomática de acuerdo a reportes de países como Italia, donde las conclusiones de los protocolos de la pandemia señalaron que son las personas mayores de 50 años y con enfermedades preexistentes son las más vulnerables.
Sin embargo, en México el aislamiento total podría significar que miles de personas dejaran de comer, ya que dependen de los ingresos que generan a diario.
Para Manuel Ferrer, vendedor de jugos sobre la calle Sonora, en Ciudad de México, encerrarse no es una opción. “Es peor morir de hambre que enfermarse de gripa”, comenta Ferrer.
Cabe señalar que los trabajadores informales que no acaten las medidas de aislamiento podrían convertir en un focos de retransmisión del virus.
Por el momento la fuerza trabajadora informal del país continuará del “rebusque” a la espera de medidas por parte del actual gobierno.