En su editorial de este 26 de marzo, César Miguel Rondón habla sobre la cantidad de fallecidos que ha habido en el mundo a raíz de la pandemia de Covid-19 y hace una reflexión sobre no dejarnos llevar por lo impersonal de cifras.
“Decir adiós no solo es una necesidad del que tiene conciencia que se va, lo es también para el que se queda. Es cerrar una intimidad compartida, una voz que no se escuchará más, una imagen postrera, para entender que aunque ese rostro ya no esté cerca, su historia siempre estará”, afirma el presentador.
Rondón recuerda, en este editorial, el caso de la doctora Francesca Cortellaro, quien en Italia decidió ofrecerle a una abuelita su ipad para que se despidiera de su nieta mientras estaba aislada a causa del Covid-19.
“No puedo asomarme a los gráficos del coronavirus desde la curiosidad periodística sino desde la compasión”, admite César Miguel Rondón.
Para finalizar su lectura, el periodista sugiere: “que la frivolidad de las noticias no nos permitan olvidar que no somos data, somos vida”.