Un temblor de magnitud 4,1 sacudió la tarde de este martes una zona cercana a la ciudad portuaria de Guayaquil, en el suroeste de Ecuador, sin que hasta el momento se haya informado de víctimas ni daños materiales.
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional informó que el temblor tuvo lugar a las 17.16 hora local (22.16 GMT) cerca a la localidad de Balao, en la provincia costera de Guayas, cuya capital es Guayaquil.
El epicentro del movimiento telúrico se localizó a 2,8 grados de latitud sur y 79,9 grados de longitud oeste, a unos 10 kilómetros de profundidad, precisa un informe del IG.
Según una imagen del IG, el sismo tiene su origen en la zona oriental de la isla Puná, una formación situada en el golfo de Guayaquil.
Este tipo de sismos suelen estar asociados a la actividad en la llamada zona de subducción, donde chocan la placa de Nazca y la plataforma continental suramericana.
Ecuador se encuentra situado en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una amplia región que concentra algunas de las zonas de subducción (choque de placas tectónicas) más importantes del mundo y es escenario de una fuerte actividad sísmica.
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Además, el Cinturón de Fuego, que tiene forma de herradura, incluye en América a Chile, Argentina, Bolivia, Colombia, Panamá, Perú, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y Canadá, así como otros de Asia y Oceanía.
Además, Ecuador, como otros países suramericanos por los que pasa la cordillera de los Andes, está sometida a presiones por fallas geológicas que también generan movimientos telúricos.
En abril de 2016, la zona costera del norte de Ecuador fue sacudida por un terremoto de magnitud Richter 7,8, considerado uno de los más graves de la historia reciente del país y que afectó fundamentalmente a la provincia de Manabí y a su vecina de Esmeraldas (noroeste).
Ese fenómeno natural dejó más de 670 muertos, miles de afectados, así como millonarias pérdidas materiales y secuelas que aún perduran.