En un mes la inflación en Venezuela se ubicó en 65,4 %, siendo el sector salud el más encarecido durante el primer mes del año (117,3 %).
Las recientes cifras emitidas por el Parlamento venezolano alertan que la cifra es la más alta desde enero de 2019; y contrasta con la “sensación de normalidad” que pretende crear el chavismo.
“Los venezolanos ya no pueden ni comer, ni enfermarse ni ir a sus trabajos”, sentencia el presidente de la comisión de finanzas, Alfonso Marquina.
*Lea también: Periodistas venezolanos exigen a la autoridad cese la impunidad a sus agresores
Los datos explotan la burbuja creada con la proliferación de “misteriosos” bodegones con productos importados, y la dolarización “de facto” en las calles.
El índice de inflación interanual se ubica en 4.140 % luego de que la tasa cerrara 2019 con un índice de aumento de precios al consumidor de 7.374,4 %.
“Lo dramático de este índice de inflación es que sigue colocando a Venezuela en hiperinflación”, afirmó Marquina.
El transporte se encareció 115,5 % y los alimentos subieron un 91,8 %. Todo cambió en Venezuela: los anaqueles están llenos, pero los bolsillos vacíos.
En diciembre, los precios crecieron 33,1 %.
En los últimos meses el Banco Central de Venezuela publica eventuales reportes como el difundido el 4 de febrero, en el que informó que la inflación cerró en 9.585,50 % en 2019.
De acuerdo con el BCV, los servicios de vivienda se incrementaron 22.045,50 % en 2019, mientras que los de salud el 17.872,40 %.
Poco a poco el bolívar, moneda local, ha perdido el valor en el mercado, lo que ha obligado a los ciudadanos a invertir lo poco que obtienen como salario en la adquisición de divisas en el mercado paralelo.
Otros reciben remesas de familiares que han emigrado y con eso se “sustentan” el día a día.
El sueldo mínimo es de Bs 250 mil (un poco más de tres dólares).