El presidente estadounidense, Donald Trump, presentó su plan de paz para Medio Oriente en donde se contempla un Estado palestino bajo muchas condiciones así como la anexión de asentamientos en Cisjordania por parte de Israel, en tanto entierra el derecho a retorno de los refugiados palestinos.
“Israel da un gran paso hacia la paz. Mi visión presenta una oportunidad de ganar-ganar para ambas partes, una solución realista de dos estados que resuelve el riesgo del estado palestino para la seguridad de Israel”, aseguró Trump
El mandatario estadounidense hizo esta revelación desde la Casa Blanca en donde estuvo acompañado por el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en donde explicó los detalles de esta propuesta que ya fue rechazada enfáticamente por los palestinos.
Estos son los puntos principales:
“Solución realista de dos Estados”
Los palestinos tendrían derecho a un Estado, pero bajo condiciones. Deben reconocer a Israel como “Estado judío”, “rechazar el terrorismo en todas sus formas” y fortalecer sus instituciones.
Si acuerdan negociar y acceder a dicho Estado, cuyo principio fue aceptado por el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, este sería “desmilitarizado”: Israel seguirá siendo responsable de la seguridad y el control del espacio aéreo al oeste del Valle del Jordán, mientras que Hamas, que controla la Franja de Gaza, sería “desarmado”.
Los asentamientos anexados
Estados Unidos está dispuesto a reconocer sin demora la anexión por parte de Israel de los asentamientos que estableció en la Cisjordania ocupada. Así, alrededor de 30% de Cisjordania volvería oficialmente al estado hebreo.
Washington está listo para darle a Israel soberanía sobre el Valle del Jordán, una franja estratégica de tierra en la frontera con Jordania.
Por ende, un futuro estado palestino en estas rutas estaría muy por debajo de las aspiraciones de los palestinos, que reclaman todos los territorios ocupados por Israel desde 1967. Sin embargo, Trump insistió, apoyándose en un mapa, en que su territorio se duplicaría en comparación con el que poseen hoy.
Israel se comprometería a congelar el desarrollo de cualquier asentamiento por cuatro años.
Jerusalén, ¿una o dos capitales?
Trump dijo este martes que Jerusalén “seguirá siendo la capital indivisible de Israel”.
Pero él mismo pareció contradecir esta promesa al asegurar que un futuro Estado palestino podría tener su capital en “Jerusalén oriental”.
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Si esto puede entenderse como Jerusalén Este, es decir, la parte ocupada y anexionada por Israel en 1967 que los palestinos reclaman como la capital de su estado, parece que la administración Trump está pensando en dejarles solo suburbios en el este de la Ciudad Santa, es decir, localidades ubicadas técnicamente en Jerusalén pero en el lado este de la barrera de seguridad que separa a Israel de los territorios palestinos.
Sobre los lugares sagrados, el presidente estadounidense pidió que se mantuviera el statu quo de la explanada de las mezquitas, también llamada Monte del Templo por los judíos, y que Jordania mantenga el control de este lugar.
Un Estado “de una sola pieza”
Estados Unidos propone un Estado palestino “de una sola pieza”, lo que puede resultar un rompecabezas para este territorio fragmentado por asentamientos israelíes y formado por dos bloques separados por Israel, dejando a un lado la franja de Gaza junto al Mar Mediterráneo y a Cisjordania en el lado este.
El plan de Trump propone “redes de transporte modernas y eficientes” para que tanto personas como mercancías se trasladen fácilmente. Incluye un enlace ferroviario de alta velocidad entre Gaza y Cisjordania.
La suerte de los refugiados
Trump quería enterrar el derecho de los refugiados palestinos a regresar al suelo israelí si pertenecen a familias que huyeron de estas tierras, particularmente durante la guerra de 1967.
Esta cuestión fue un verdadero nudo en todos los intentos previos de un acuerdo.
“Los refugiados palestinos tendrán la opción de vivir en el futuro estado palestino, integrarse en los países donde residen actualmente o establecerse en un tercer país”, dijo la Casa Blanca.
Estados Unidos promete “trabajar con la comunidad internacional” para ayudar “generosamente” a este proceso de reasentamiento.