La líder de los demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi, dio luz verde para enviar al Senado la acusación contra Donald Trump, un paso esencial para la apertura del juicio político, al solicitar una votación “la próxima semana”.
Los demócratas y los republicanos libran una puja desde que Trump fue acusado, el 18 de diciembre, por el partido Demócrata en la Cámara de Representantes con cargos de “abuso de poder” y “obstrucción de la labor del Congreso” en el caso de Ucrania.
Ahora se debe celebrar un juicio en el Senado, donde los republicanos tienen la mayoría, para decidir si lo destituyen o no. Dado el fuerte apoyo dentro de sus filas, Trump sería absuelto.
Pelosi esperó más de tres semanas antes de iniciar la acusación en el Senado, clave para que el juicio comience. La expectativa es que se celebre a fines de este mes.
“He pedido al presidente del Comité Judicial, Jerry Nadler, que esté preparado para presentar la próxima semana una resolución para nombrar gerentes y transmitir los cargos del juicio político al Senado”, dijo Pelosi en una carta a la bancada demócrata.
La presidenta de la Cámara de Respresentantes se reunirá con legisladores afines el martes para debatir cómo procederá después.
Los demócratas acusan a Trump de haber incurrido en abuso de poder al pedir a Ucrania que investigara al exvicepresidente Joe Biden, un posible rival del mandatario en la próximas elecciones de noviembre.
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El presidente estadounidense, que se ha declarado inocente desde que inició el asunto con Ucrania, reaccionó nuevamente contra sus acusadores el viernes.
Pelosi “¡será recordada quizás como la presidenta de la Cámara de Representantes menos exitosa en la historia de Estados Unidos!”, escribió en Twitter.
– Coordinación con la Casa Blanca –
La presidenta de la cámara baja “y sus representantes demócratas han pasado semanas jugando con lo que es, de hecho, un intento de anular el resultado de una elección estadounidense”, reaccionó Mark Meadows, un representante cercano a Trump.
Los republicanos acusan a la demócrata de hipocresía por retrasar un procedimiento que ella dijo que era de máxima urgencia. Algunos incluso la señalan por “abuso de poder”.
Pelosi, por su parte, está molesta porque el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, está abiertamente coordinando la estrategia para llevar el juicio a una absolución, que según el senador está fuera de toda duda.
Los demócratas también acusan a los republicanos de no haber establecido un marco “justo” para el juicio, incluso de haberse negado a acordar antes los testigos que serán llamados. McConnell dice que, en cambio, eso se puede decidir después de que el juicio inicie.
A pesar de unas pocas voces disidentes, Pelosi se mantuvo con amplio apoyo dentro de sus filas por su estrategia de espera, lo que permitió que surgiera “nueva información” en la prensa, dijo.
La Cámara responsabilizó “al presidente de pedirle a un gobierno extranjero que intervenga en las elecciones de 2020 por su propio interés personal y político”, escribió Pelosi en la acusación formal.
“Todos los senadores ahora se enfrentan a una opción: ser leales al presidente o a la Constitución”, expresó.
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– Primarias demócratas, perturbadas –
Trump es el tercer presidente en la historia de Estados Unidos que enfrenta un juicio político en el Congreso.
El mandatario afirma que el proceso “falso” será tóxico en las urnas para los demócratas, al fortalecer a sus partidarios para darle la victoria en las elecciones presidenciales de noviembre.
En cualquier caso, parece seguro que el juicio de destitución interferirá en las primarias demócratas. Todos los senadores estarán obligados a asistir al juicio, que podría durar dos semanas. Entre ellos, cinco que buscan la candidatura presidencial demócrata.
Los senadores Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Amy Klobuchar, Cory Booker y Michael Bennet se quedarán atorados en enero en Washington, en lugar de ir a Iowa, un pequeño estado rural muy influyente en las primarias que tendrá las primeras internas, el 3 de febrero.