El expresidente de Bolivia Evo Morales, no tiene miedo a una posible “detención”, volvió a denunciar que fue víctima de un “golpe de Estado” y reiteró que no será “candidato” en las próximas elecciones de su país.
“No soy candidato, no voy a ser candidato pero tengo derecho a hacer política como político“, dijo el exmandatario en una multitudinaria rueda de prensa.
En una entrevista con la agencia Efe el lunes en Washington, el ministro de Gobierno (Interior) del Ejecutivo de la presidenta interina Jeanine Áñez, Arturo Murillo, previó que en las próximas horas saldría una orden de detención contra Morales, ya que según dijo “tiene una denuncia de terrorismo” junto a quien fuera ministro de Presidencia, Juan Ramón Quintana y “tendrán que responder a la Justicia en los próximos días”.
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“Así se manejan las dictaduras. Es presidenta, no es fiscal, no es un juez”, criticó el exmandatario en referencia a Áñez, y remarcó que no le pueden hacer ningún “proceso” judicial en este momento y que “no van a encontrar nada en tema de corrupción”.
“¡Que me muestren una prueba de que soy dueño o socio de una empresa!”, advirtió en el acto, en el que estuvo acompañado por quien fuera su canciller, Diego Pary, y su exministra de Salud Gabriela Montaño.
Sobre su estancia en Argentina, donde sus dos hijos ya estaban viviendo desde finales de noviembre, Morales no dio muchos detalles y reconoció no saber cuánto tiempo se va a quedar, al considerar que no hay garantías de poder ingresar a su país.
“Estoy más cerca de Bolivia, muy contento. me siento bien. El domingo a la tarde nos hemos reunido con (el presidente argentino Alberto Fernández y la hermana Cristina Fernández (expresidenta y actual vicepresidenta). Recordamos cómo antes trabajábamos”, señaló, al tiempo que les agradeció su ayuda.
El nuevo Gobierno argentino, que asumió hace una semana, acogió a Morales al considerarlo un “perseguido” político y víctima de un golpe, aunque le pidió no hacer declaraciones políticas, algo que Morales no está cumpliendo.