Con arma de fuego, en la base naval de Pearl Harbor, en Hawái, un marinero estadounidense mató a dos personas, dejó herida a una tercera y luego se suicidó, así lo informaron las autoridades.
El tiroteo ocurrió sobre las 14.30 hora local (00.30 del viernes GMT) y provocó el cierre de la base. Dos horas más tarde las autoridades dieron concluido el incidente y reabrieron las puertas de la instalación militar.
En un inicio, las autoridades informaron que las tres víctimas habían resultado heridas, pero dos de ellas murieron a causa de esas heridas.
Las dos víctimas mortales eran civiles que trabajaban para el Pentágono. El herido, también civil, está hospitalizado y en condición estable, según un portavoz militar.
Las autoridades no detallaron por ahora posibles motivos del autor del tiroteo ni si el ataque fue planificado.
Un funcionario de la ciudad de Honolulu, en cuyos límites está Pear Harbor, citado por The Washington Post, detalló que el tiroteo ocurrió en uno de los cuatro muelles secos de los astilleros de la base, utilizados habitualmente para la reparación de navíos.
También indicó que en esos muelles suelen trabajar civiles empleados por el Departamento de Defensa.
Por su parte, el gobernador de Hawai, el demócrata David Ige, lamentó el suceso y aseguró que la Casa Blanca ya le ha ofrecido asistencia de las agencias federales.
Aunque no tan habituales como los tiroteos masivos en el resto del país, los ataques dentro de bases militares ocurren ocasionalmente en Estados Unidos.
En la base de Fort Hood, en Texas, tuvo lugar en 2009 un tiroteo que dejó 13 muertos -entre ellos una mujer embarazada-, mientras que en 2014 una serie de ataques en esas mismas instalaciones se cobraron la vida de cuatro personas.
América Digital/EFE