La autoridad migratoria de Colombia informó este lunes sobre la expulsión de 59 venezolanos que supuestamente planeaban afectar “la seguridad nacional” en un contexto de protestas contra el gobierno de Iván Duque, iniciadas el 21 de noviembre.
Los extranjeros, señalados de poner “en riesgo el orden público y la seguridad nacional”, serán entregados a las autoridades venezolanas en San Fernando de Atabapo (suroeste).
“Hemos respetado su participación dentro de las marchas. Les hemos tendido la mano a aquellos, que como el pueblo venezolano, lo han necesitado. Pero lo que no vamos a tolerar, es que un grupo de desadaptados venga a afectar la seguridad de nuestras ciudades”, dijo Christian Krüger, jefe de Migración Colombia, en un comunicado.
Según indicó, las acciones de estos extranjeros generan “brotes de xenofobia”, que “dañan el nombre de aquellos venezolanos vienen trabajando por un mejor país”.
El director de la policía de Colombia había informado la detención de 29 venezolanos durante los toques de queda en Bogotá y Cali por no cumplir esa orden.
Además, antes de la marcha convocada para el 21 de noviembre, el presidente Iván Duque había anunciado la expulsión de otros 24 extranjeros de la misma nacionalidad, acusados de querer infiltrar la protesta.
Sindicatos, estudiantes, indígenas y artistas, apoyados por las fuerzas de la oposición, ejercieron presión en las calles sobre el gobierno conservador de Duque, que luce debilitado a un año y medio de su posesión.
El llamado paro nacional que se ha prolongado hasta este lunes, ha generado una especial expectativa por la convulsión social que, sin denominador común, ha sacudido al continente desde Ecuador hasta Chile, pasando por Bolivia.
Ante el malestar en las calles, el mandatario lideró el domingo un primer “diálogo social”, aunque los manifestantes no participaron y se convocó a una nueva marcha.
El gobierno de Duque secunda a Estados Unidos en el cerco diplomático que pretende forzar la salida de Nicolás Maduro del poder.
América Digital/AFP