Un grupo de científicos ha descubierto a través de un estudio que el cambio climático puede generar unos cambios en las distribuciones de lombrices y alterar el papel que estos animales desempeñan en el suelo y los ecosistemas.
El científico de la Universidad de Extremadura (UEx) y coautor del estudio, Gerardo Moreno, explicó que esta investigación evidenció que estos anélidos presentan más diversidad y abundancia en las regiones templadas que en los zonas de trópicos como consecuencia de factores ambientales.
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En ese sentido, los 140 científicos de todo el mundo coordinados por el German Centre for Integrative Biodiversity Research (iDiv) analizaron, por primera vez, los patrones de distribución de las lombrices de tierra a nivel planetario, incluyendo sus datos ambientales.
“Las lombrices son consideradas ingenieras de los ecosistemas y prestan importantes servicios que generalmente no han sido adecuadamente valorados por la sociedad, ya que mezclan componentes minerales y orgánicos del suelo, aceleran los ciclos de nutrientes haciéndolos más accesibles para las plantas, mejoran la retención de agua, contribuyen a la dispersión de las semillas y aumentan la fertilidad de los suelos, entre otros”, destacaron los científicos.
De acuerdo con el coautor del estudio, las lombrices no solo construyen el suelo, sino que son la base de la cadena trófica (nutrientes) de muchos ecosistemas, alimentándose de materia muerta y constituyendo el nutriente de muchos otros organismos.
Los científicos participantes también han comprobado que las precipitaciones y la temperatura son los factores ambientales que más influyen en la distribución global de las lombrices.
Bajo este escenario, los expertos han recopilado la mayor base de datos de lombrices en el mundo, la cual incluye 6.928 localidades de 57 países.
“La mayor diversidad local y la mayor abundancia y biomasa de estos animales se encuentran en regiones templadas como Europa, el norte de EE.UU. y Nueva Zelanda”, establece el estudio.
Asimismo, los investigadores consideraron que es importante mantener la diversidad de los hábitats y manejos en los espacios cultivados y pastoreados. Además, permitir que existan unos espacios húmedos que sirvan de refugios para la gran diversidad de especies de lombrices que hay en el mundo.
“Esto es especialmente importante en el escenario de cambio climático que estamos ya sufriendo, con mayor recurrencia de largos episodios sin lluvias”, destacó Moreno.