El periodista y columnista argentino del portal Infobae, Luis Gasulla, conversó con César Miguel Rondón este miércoles sobre el sobreseimiento de dos de las causas contra la expresidenta y ahora vicepresidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, por supuesta falta de pruebas.
Para Gasulla, es “llamativo” que ocurriera esta situación porque “no esperaron ni siquiera asumir el gobierno para que pasasen estas cosas”, y dijo que era importante leer las sentencias de la Cámara Federal de Argentina sobre los “desprocesamientos”; uno que tiene que ver con el cobro de peajes, que está relacionado con un exfuncionarios llamado Claudio Ubarti, acompañante de Guido Antonini Wilson en 2007, quien dijo que “todos los meses se llevaban las coimas de recaudación” de estos establecimientos.
Indicó que la justicia investigó el periodo 2003-2007, donde gobernó Néstor Kirchner, y por ende “la Cámara Federal consideró que es cierto, llamativo, justo después de que fuera elegida vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que no tiene responsabilidad penal en esa causa”.
Por otro lado, explicó que un tercer caso -donde la Cámara Federal asegura que hay indicios de delito- se “confirmó el procesamiento de una causa clave” de la “carterización de la obra pública”, que el exministro Roberto Lavania denunció hace 14 años.
En ese sentido, cree que la “prioridad” de Cristina Fernández como vicepresidenta y “por eso bajó” a ese cargo para mantenerse en la fórmula, es “limpiarse judicialmente y salvar a su hija, Florencia Kircnher, quien está desde hace meses por un supuesto problema de salud viviendo en Cuba, cuando en Argentina hay excelentes hospitales públicos y privados para atenderla”, aunque decidió quedarse en La Habana cuando se citó meses atrás.
Considera que será “muy difícil” para la ahora vicepresidenta poder “deambular” por el mundo y “chocar” con líderes mundiales con esos procesamientos.
Es de la opinión que la causa que le preocupa a Fernández son los hoteles “que ella ha ido incorporando” a su patrimonio personal en los últimos años de Néstor Kirchner, que manejó con sus hijos: Florencia y Máximo.