El director de Estrategia y Asuntos Globales de la Fundación para el Progreso y Doctor en Estudios Americanos, Rafael Rincón Urdaneta, conversó este martes con César Miguel Rondón sobre los nuevos disturbios que se registran en Chile tras las medidas que tomó el presidente, Sebastián Piñera, para revertir el origen de las protestas que llevan más de siete días.
Rincón Urdaneta considera que lo que ocurre en Chile “no es un estallido social cualquiera, ni espontáneo”, entendiendo un evento similar a cuando hay descontento o inconformidades. Pero en el caso de la nación austral, divide la masa que protesta en “al menos en dos partes”, una con la que está descontenta e inconforme y otra que “tienen una agenda distinta” y ahí está la clave, según su opinión.
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Mencionó que todo empezó con el alza del ticket de metro y eso estalla rápidamente en protestas violentas, “y poco a poco comienza a notar un cambio en el discurso. Ya no era el ticket de metro sino otras demandas. Y hemos llegado al punto de hoy donde nos devolvemos a la agenda del año 2011 con las protestas estudiantiles, donde se supone que todo el origen del mal es en el modelo económico chileno”, para lo que se consideraba una salida la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Explicó que hace días se llevó a cabo una gran manifestación “muy grande que es difícil que no tenga grado de espontaneidad”, protagonizada por muchos que realmente sienten descontentos, pero con el segundo grupo, que aún no se detiene, es el que da origen a los rumores, exacerbados por un decreto de la OEA y algunos discursos proferidos por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
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“Hasta ahora no es más que rumor. No hay todavía ninguna investigación concluyente respecto que diga que hemos detectado este tipo de cosas. Así que habrá que esperar cualquier investigación que dé, si es que la hay, con esta conexión”.
A su juicio, existe una “gran parte” de políticos que pueden ejercer su liderazgo y “acercarse a la posibilidad de conversar” siempre conciliando con el sistema democrático, pero “hay una que se mantiene firme en estas dos peticiones: asamblea constituyente y eventualmente renuncia del presidente”, que estarían retratados en partidos del Frente Amplio y el Partido Comunista de Chile.