El subsecretario del Interior de Chile, Rodrigo Ubilla, informó este martes de que la cifra de víctimas mortales desde el inicio del estallido social en el país asciende a quince.
Las muertes se produjeron en un contexto de “quemas y saqueos, principalmente de centros comerciales”.
El aumento del precio del Metro de Santiago desató una oleada de protestas que con el paso de los días despertó el hartazgo de parte de la ciudadanía por las altas tarifas que pagan por otros servicios, el sistema de pensiones o los deficientes servicios de salud pública.
Con el paso de los días las manifestaciones se han irradiado desde Santiago hacia casi todas las regiones de Chile.
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Gran parte del país está sumergido en decretos de estado de emergencia, a excepción de la norteña región de Arica y Parinacota y la austral de Aysen.
El Ejército y la Armada pasaron a tomar la defensa nacional del orden público en estas zonas y los soldados se desplegaron en los últimos días.
Pero en algunos puntos de Chile, a pesar de la presencia militar, la situación se recrudeció y esta medida no fue suficiente para acabar con los disturbios.
El jefe de la Defensa Nacional, general Javier Iturriaga, reportó que hasta el momento seis personas han sido detenidas por hechos delictuales en horario de toque de queda y 49 funcionarios de Ejército o carabineros heridos en diferentes procedimientos.
“Nunca queremos hacerle daño a las personas, pero cuando provocan a la fuerza militar y se resisten a ser controlados,indudablemente que se producen situaciones que no buscamos”, expresó.
Diez mil 500 efectivos intentan mantener el orden en Santiago.