La Nasa ha revelado que el Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS) ha descubierto a un agujero negro destruyendo una estrella, en un fenómeno llamado evento de interrupción de mareas.
“Los datos de TESS nos permiten ver exactamente cuándo este evento destructivo, llamado ASASSN-19bt, comenzó a ser más brillante, lo que nunca antes habíamos podido hacer”, indicó Thomas Holoien, miembro de Carnegie en los Observatorios Carnegie en Pasadena.
De acuerdo con el científico, para confirmar este tipo de eventos se realizó una seguimiento con varios observatorios astronómicos del mundo en el marco de la Encuesta Automática de Supernovas All-Sky en tierra (ASAS-SN).
Los astrónomos creen que el agujero negro supermasivo que generó ASASSN-19bt pesa alrededor de 6 millones de veces la masa del Sol y está ubicado en el centro de una galaxia llamada 2MASX J07001137-6602251 que está a unos 375 millones de años luz de distancia en la constelación de Volans.
Por su parte, Patrick Vallely, coautor y becario de investigación de la National Science Foundation en la Universidad Estatal de Ohio (OSU) indicó que los primeros datos del TESS les permitió ver la luz muy cerca del agujero negro.
“Fue mucho más cerca de lo que hemos podido ver antes, pero también nos muestran que el aumento de brillo de ASASSN-19bt fue muy suave, lo que nos ayuda a decir que el evento fue una interrupción de las mareas y no otro tipo de arrebato, como el del centro de una galaxia o una supernova”, indicó Vallely.
El descubrimiento
Los científicos también explicaron que para determinar la temperatura de este proceso se utilizó datos UV de la misión Swift, evidenciando que la misma disminuyó en aproximadamente un 50 % al pasar de 40.000 grados celsius a 20.000 en unos pocos días.
“Es la primera vez que se ve una disminución tan temprana de la temperatura en una interrupción de las mareas, aunque algunas teorías lo han predicho”, manifestó Holoien.
De acuerdo con el científico, aún no se entiende por qué las interrupciones de las mareas producen tanta emisión de rayos UV y tan pocos rayos X.
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Frente a este tema, Bradley Cenko, investigador principal de la misión Swift en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, indicó que hay múltiples teorías sobre la formación de este tipo de procesos.
“La gente ha sugerido múltiples teorías: tal vez la luz rebota a través de los escombros recién creados y pierde energía, o tal vez el disco se forma más lejos del agujero negro de lo que pensábamos originalmente y la luz no se ve tan afectada por la extrema gravedad del objeto”, explicó Cenko.
El científico también aseguró que las interrupciones de las mareas ocurren una vez cada 10.000 a 100.000 años en una galaxia del tamaño de nuestra propia Vía Láctea.
“Las supernovas, en comparación, ocurren cada 100 años más o menos. En total, los astrónomos han observado solo alrededor de 40 interrupciones de marea hasta el momento y los científicos predijeron que el TESS solo vería uno o dos en su misión inicial de dos años”, indicó Cenko.