Una investigación de la Universidad de Montana descubrió que la variabilidad del flujo de corrientes de agua generadas por el cambio climático podría afectar negativamente la supervivencia de las salamandras.
El estudio fue liderado por el profesor de biología, Winsor Lowe, y un grupo de investigadores que estudiaron a las salamandras de primavera que viven en cinco arroyos de New Hampshire, que al igual que muchas corrientes en todo el mundo, estas vías fluviales están experimentando mayores fluctuaciones entre los flujos bajos y altos provocados por el cambio climático.
“Los cambios en la cantidad, intensidad y tiempo de precipitación están aumentando la variabilidad hidrológica en muchas regiones, pero tenemos poca comprensión de cómo estos cambios están afectando a las especies de agua dulce. Los anfibios reproductores de arroyos, un grupo diverso en América del Norte, pueden ser particularmente sensibles a la variabilidad hidrológica durante las etapas larvales y metamórficas acuáticas”, reseña el estudio.
Los investigadores revelaron que la variabilidad del flujo de la corriente puede matar a las salamandras mientras realizan el proceso de metamorfosis de larvas a adultos.
“Creemos que este trabajo es importante porque amplía nuestro conocimiento sobre los efectos del cambio climático en un grupo diverso de especies que a menudo se pasan por alto porque pasan la mayor parte de sus vidas bajo rocas y troncos en pequeñas corrientes de agua”, explicó Lowe.
Ver más: Descubren que la población del mono nariz chata de Vietman viene aumentando
Disminución en la población
El estudio reseña que el aumento de las temperaturas en el planeta puede alterar los procesos de metamorfosis que realizan muchos insectos y anfibios, ya que este es un periodo bastante vulnerable para garantizar su supervivencia.
“Nuestro trabajo subraya la vulnerabilidad de los ecosistemas de cabecera en esta era de cambio climático, la necesidad de proteger las especies vulnerables de cabecera y el valor de los esfuerzos de monitoreo a largo plazo”, resaltó el investigador.
En ese sentido, los investigadores explicaron que las poblaciones de salamandras adultas de primavera ha disminuido aproximadamente un 50 % desde 1999 y no se ha observado ninguna abundancia de larvas, a partir de un conjunto de datos recopilados en el río Merrill Brook en New Hampshire (EE.UU).
“Los científicos estudiaron si la variabilidad del flujo de la corriente en Merrill Brook y las corrientes en el cercano Bosque Experimental Hubbard Brook afectaron la supervivencia de las salamandras que se transformaron de larvas a adultos. Descubrieron que menos salamandras sobrevivieron a la metamorfosis durante los años en que la variabilidad del flujo de vapor era alta, lo que condujo a la disminución de la población adulta”, concluyó la investigación.