Un grupo de investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) en España, descubrió que las esponjas marinas retienen al año cerca de 48 millones de toneladas de silicio en los océanos, lo cual contribuye a disminuir el efecto invernadero y el calentamiento global en la atmósfera.
El estudio fue liderado por el investigador Manuel Maldonado quien explicó que la mayor parte del silicio existente en los océanos proviene de las esponjas marinas y no como se pensaba en un principio de las diatomeas, las cuales son un tipo de microalga más comunes de fitoplancton.
“El ciclo del silicio es uno de los más importantes de todo el ecosistema marino ya que este elemento químico, que se encuentra disuelto en los océanos, es fundamental para el crecimiento de las diatomeas, las cuales absorben grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) con su fotosíntesis y ayudan a reducir el efecto invernadero”, reseña el estudio.
De acuerdo con el científico, en el estudio se examinaron más de 160.000 esqueletos de organismos silíceos en los sedimentos marinos durante cinco años. Además, descubrieron que los ciclos del silicio tiene que estar en equilibrio, es decir que la cantidad anual de silicio disuelto que entra en el océano debería ser igual a la que sale.
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Sin embargo, investigaciones anteriores solo tenían en cuenta los esqueletos de la diatomeas y alertaban sobre la necesidad de encontrar otra fuente de silicio en el mar ante la posibilidad de que el equilibrio de su ciclo se rompiera por el incremento del deshielo de los glaciares y los polos.
En ese sentido, los investigadores españoles pudieron descubrir que la cantidad de silicio retenido en el océano es un 28 % superior a lo anteriormente investigado, gracias a la función que desempeñan los esqueletos de esponjas marinas en los fondos marinos.
“Los esqueletos de las esponjas son, por razones desconocidas, mucho más resistentes a la disolución que los de las diatomeas, una propiedad que provocó que el contenido silíceo de éstas no hubiera sido detectado con anterioridad”, reseña la investigación.
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Los expertos también aseguraron que este estudio evidencia que el ciclo del silicio marino está en equilibrio y plantea una línea de investigación para las futuras investigaciones, ya que los ciclos bioquímicos en el océano no están tan claros como se tenía pensado.