Unos 10.000 venezolanos está previsto que traten de cruzar este fin de semana la frontera de Colombia con Ecuador, en vísperas de que el lunes entre en vigor el requisito de una visa humanitaria para los nacionales de ese país que busquen entrar al territorio ecuatoriano.
El principal paso fronterizo, en el puente internacional de Rumichaca, fue foco este sábado de un inusual volumen de venezolanos, en relación a los últimos meses en que había bajado el flujo a raíz de la solicitud de un visado humanitario similar por parte de Perú, uno de los principales destinos de esta migración.
“Llevo seis días de mochilero hasta llegar aquí. El viaje ha sido difícil porque salí sin dinero, pero llegamos porque nos habían comentado que iban a cerrar la frontera”, refirió a Efe Rodolfo Obrero, 28 años y oriundo del estado oriental de Anzoátegui.
Cubierto con un gorro de lana para soportar el frío de la cordillera andina, este emigrante dejó en Venezuela a su mujer e hija y llegó el viernes al cruce, desde donde aspira a desplazarse junto a cinco amigos a Perú, donde asegura tiene un conocido y trabajo.
“La afluencia migratoria de venezolanos entre el día de hoy, sábado, y mañana se espera que sea aproximadamente entre los 9.500 a 10.000 ciudadanos. Es lo que se tiene previsto y será la cifra por lo que estamos constatando”, aseveró a Efe Edin Moreno, gobernador de la provincia de Carchi, donde se ubica el cruce internacional.
De acuerdo a fuentes migratorias, el flujo desde el jueves ronda los 4.500 y 5.000 venezolanos al día, y se espera que la mayor afluencia se produzca el domingo.
La Cancillería ecuatoriana recordó hoy sábado que la exigencia de visa para los nuevos ingresos de venezolanos “será obligatoria desde el lunes 26 de agosto”.
Y precisó que los ciudadanos venezolanos que hayan ingresado entre el 26 de julio y el 25 de agosto no se beneficiarán de un proceso de amnistía anunciado por el Gobierno, ni podrán acogerse a la visa de excepción por razones humanitarias.
Sin embargo, aclaró que los venezolanos que lleguen al país podrán aplicar al restante abanico de visados previstos en la ley siempre que cumplan con sus requisitos.
Tanto Ecuador como Colombia han implementado en previsión del aumento del éxodo venezolano planes de contingencia a ambos lados de la frontera, a fin de impedir que se produzcan riesgos derivados de largas esperas y hacinamiento de personas.
Las autoridades no han reportado incidencias en los últimos días, en buena medida por la labor del personal de agencias humanitarias internacionales, así como de miembros de seguridad y de las Fuerzas Armadas, que colaboran en el plan de contingencia.
No obstante, Efe pudo constatar pequeños roces en unos baños públicos, donde se produjo un forcejeo entre una venezolana y un ecuatoriano, situaciones que reflejan la vulnerabilidad y volatilidad del éxodo venezolano.
Sobre todo, familias con hijos atestaban hoy las instalaciones del paso fronterizo y protagonizaban largas esperas en las que funcionarios migratorios les colocaron brazaletes azules numerados a fin de gestionar de manera ordenada el trámite de entrada al país.
Joel Vera, técnico del plan de Movilidad Humana de la Cruz Roja Ecuatoriana, precisó a Efe que debido a las nuevas medidas del Gobierno ecuatoriano y la próxima implementación de la visa humanitaria, “básicamente estamos observando el incremento del flujo migratorio”.
A diferencia de los emigrantes de ese país que ingresaban hace un año a Ecuador, el responsable de la Cruz Roja Ecuatoriana subrayó que “actualmente la gente venezolana que está ingresando no cuenta con los recursos para continuar su viaje o han sufrido robos o no tienen los documentos”.
En las instalaciones de la Cruz Roja los recién llegados podían recibir asistencia para llamar a sus familiares en Venezuela, recargar el móvil o los más pequeños dibujar en una carpa improvisada para olvidar por unos momentos la dura realidad que afrontan.
Ecuador espera con la misma medida regularizar la entrada de emigrantes de ese país, que según organismos internacionales podrían alcanzar el medio millón para finales de año.
Según la OIM y Acnur, el número de venezolanos que han abandonado su país a raíz de la crisis ha superado la barrera de los 4 millones, convirtiéndose en el movimiento más grande de personas que se desplaza por el continente americano en su historia reciente