Los científicos de la Nasa han seleccionado las cuatro zonas del asteroide Bennu en donde se espera tomar unas muestras con la nave espacial OSIRIS-REx, cuando este gran objeto rocoso de más de 500 metros de diámetro se encuentre viajando por el espacio.
De acuerdo con la agencia espacial, el objetivo es que más adelante se puedan seleccionar los dos mejores sitios para el futuro aterrizaje de la misión que busca analizar la composición de este asteroide que podría tener información sobre la formación del sistema solar.
“Las primeras imágenes de la nave espacial revelaron que Bennu tiene un terreno especialmente rocoso y esa topografía llena de rocas ha creado un desafío para identificar áreas seguras que contengan material de muestra, que debe ser lo suficientemente fino (menos de 2,5 cm de diámetro) para que el mecanismo de la nave espacial pueda tomarlo”, explicó la Nasa.
En ese sentido, los sitios seleccionados fueron nombrados como ruiseñor, martín pescador, águila pescadora y lavandera, en honor a unas aves nativas de Egipto.
Además, los científicos destacaron que estas zonas son diversas en ubicación geográfica y características geológicas por lo que una de las prioridades es garantizar la seguridad de la misión para que la nave descienda y tome cada una de las muestras de la superficie del asteroide.
“Los científicos eligieron a Bennu como el objetivo de la misión debido a su composición, tamaño y proximidad a la Tierra. Bennu es un raro asteroide de tipo B (primitivo y rico en carbono), que se espera que tenga compuestos orgánicos y minerales que contienen agua como las arcillas”, destacó la Nasa.
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Un gran reto
La Nasa ha proyectado que esta recolección de muestras se realizará a mediados de 2020, para que la nave pueda traer las muestras a la Tierra en septiembre del año 2023, lo cual evidencia la complejidad de la misión representada en los tiempos de trayectoria.
El equipo de la misión de OSIRIS-REx ha realizado unos ajustes en la identificación del sitio de toma de muestras, ya que en las últimos análisis se pudo evidenciar que no hay espacios que tengan un radio de 25 metros para poder que la nave espacial tome las muestras con mayor precisión.
Frente a este escenario los expertos tuvieron que identificar zonas que tengan entre 5 y 10 metros de diámetro con el objetivo de garantizar que las capacidades operativas de la nave estén acordes a la zona y pueda tomar las muestras con éxito.
“La misión también ha reforzado sus requisitos de navegación para guiar la nave espacial a la superficie del asteroide, y desarrolló una nueva técnica de muestreo llamada ‘Bullseye TAG’, que utiliza imágenes de la superficie del asteroide para navegar hasta la superficie real con alta precisión”, indicó la Nasa.
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Dentro del cronograma establecido en la misión, se espera que en los próximos meses la nave sobrevuele cada uno de los sitios seleccionados a una altura de cerca de 1.3 kilómetros para confirmar la seguridad de las zonas e identificar los puntos de referencia para el futuro aterrizaje.
El próximo año se espera avanzar con una segunda y tercera etapa de reconocimiento en donde la misión espera sobrevolar las zonas a unas alturas más bajas con el objetivo de identificar las características a alta resolución y poder programar el aterrizaje.
“Esta muestra de un asteroide primitivo ayudará a los científicos a comprender la formación del Sistema Solar hace más de 4.500 millones de años. La recolección de muestras está programada para el verano de 2020, y la nave espacial entregará la muestra a la Tierra en septiembre de 2023”, resaltó la Nasa
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