Un cargamento con 11 toneladas de medicamentos proveniente de Panamá arribó el viernes 9 de agosto al puerto de La Guaira, lo que representa el cuarto que arriba al país en casi cinco meses, gestionado por la Federación Internacional de la Cruz Roja.
El director de comunicaciones de la Cruz Roja Venezolana, Luis Farías, detalló que la carga contiene mosquiteros antimaláricos, sistemas automáticos para los generadores eléctricos y medicinas sencillas que son utilizadas en jornadas comunitarias.
Farías indicó que la ayuda ha sido distribuida en 24 centros de salud de 16 estados del país suramericano.
“Hasta ahora la Cruz Roja ha hecho más de 90 jornadas de salud comunitaria en todo el país, pronto tendremos la cifra total, estas son unas jornadas en las que se entregan medicamentos bajo un estricto sentido médico, es decir, las consultas comunitarias son las que arrojan quién necesita los medicamentos”, añadió.
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En ese sentido, explicó que aquellas personas que son referidas de estas consultas al hospital de la Cruz Roja, luego son atendidas y “se le siguen suministrando los medicamentos que sean necesarios”.
La Cruz Roja Venezolana calcula que se beneficiarán de estas ayudas unas 650.000 personas a lo largo de un año “siempre en la medida en que el llamamiento vaya cumpliéndose”, con el objetivo de alcanzar cerca de 50 millones de dólares en donaciones.
En marzo de 2019, la CRI informó que serviría de puente y canalizador del ingreso de medicinas e insumos para la población más vulnerable en Venezuela con la condición de que la misma no se politizara ni por la oposición ni por la administración de Nicolás Maduro.
La ayuda humanitaria finalmente comenzará a ingresar a Venezuela, después del intento fallido del pasado 23 de febrero cuando el régimen de Nicolás Maduro lo impidió al reprimir y obstaculizar el tránsito de la carga por los pasos fronterizos, y que en medio de la refriega se quemó parte del envio.
Francesco Rocca, presidente de la Federación Internacional Cruz Roja, aclaró que la institución ayudará con la misión, siempre y cuando “se respeten sus reglas de no injerencia militar” y no politización.
