El domingo 14 de julio, en horas de la noche, aterrizó en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía el Airbus A380, el avión de pasajeros más grande del mundo.
Un hecho histórico considerando la situación por la que atraviesa la interconectividad aérea de Venezuela.
El servicio brindado por la aerolínea Estelar cubrirá sus rutas a Roma, Madrid y Buenos Aires.
La aeronave supera al Boeing 747, al brindar un área útil de 49 % más. Solo es superado por el avión de carga Antonov An-225.
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El avión tiene poco menos de 73 metros de largo, 24 metros de altura y pesa 560 toneladas al despegar; además tiene una capacidad para 509 pasajeros y cuenta con cuatro motores que desarrollan un empuje de 70,000 libras equivalente a un aproximado de 3.500 carros, todos funcionando a plena potencia.
El A380 es mucho más silencioso que los modelos más antiguos; además de más eficiente en el consumo de combustible e incluso inteligente al frenar automáticamente cuando toca la pista.
Una deuda que desconectó al país
El gobierno venezolano mantiene una deuda por 3.800 millones de dólares con aerolíneas extranjeras, uno de los principales factores que llevaron a las empresas a abandonar el país de manera temporal o definitivamente, según la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV).
En 2013 existían 23 líneas internacionales operando, pero actualmente solo ocho mantienen sus servicios en la nación.
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American Airlines fue la última compañía aérea que abandonó el territorio venezolano recientemente.