El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró el 5 de julio que “en breve” comenzarán redadas para detener a inmigrantes ilegales que viven en ese país para posteriormente deportarlos a sus países de origen. De acuerdo a Reuters, el mandatario estadounidense pospuso esta acción en junio luego de que se filtrara a los medios la fecha en la que se llevarían a cabo los operativos.
“Comenzarán en breve, pero no las llamo redadas, estamos sacando a personas, todas esas personas que durante años han venido ilegalmente”, dijo.
Entretanto, grupos de activistas que son pro a la inmigración alertaron que estas medidas contra los migrantes indocumentados perjudica gravemente a comunidades y a la misma economía de EEUU, porque los integrantes de ese grupo familiar se ven obligados a faltar a sus responsabilidades para esconderse de las autoridades.
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Por eso, manifestaron estar “listos” para cuando se registren las acciones policiales en contra de estas personas “no solo cuando Trump lo anuncie, porque hay arrestos todos los días y han aumentado”.
Trump también habló del próximo censo que se realizará en ese país y dijo que estaba planteándose imponer por decreto una pregunta sobre la nacionalidad, una cuestión polémica que ha sido objeto de un veto de la Corte Suprema.
La secretaría estadounidense de Justicia indicó, por su parte, que tenía intención de presentar nuevas justificaciones jurídicas para poder hacer la famosa pregunta a los habitantes que contesten al censo en 2020: “¿Tiene esta persona la ciudadanía estadounidense?”.
La inclusión de una pregunta sobre la nacionalidad, retirada hace más de 60 años de los formularios, podría llevar a entre 1,6 y 6,5 millones de inmigrantes a abstenerse de participar en el censo o a mentir en sus respuestas, por temor a ser localizados, especialmente en el caso de los indocumentados, según los expertos de la oficina de censo, relató AFP.
Ante el bloqueo de la Corte Suprema de la inclusión de esa pregunta, Donald Trump dijo que podría aplazar la impresión de los formularios, que según su Constitución debe hacerse cada 10 años, para argumentarle a la Corte el por qué de la pregunta.
También anunció que su administración está trabajando en una orden ejecutiva para reducir el precio de los medicamentos estadounidenses hasta el mínimo mundial.
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El mandatario aseguró que su gobierno está preparando una ley para que en Estados Unidos los medicamentos cuesten lo mismo que en el país que menos paga por ellos. “Como saben, durante años y años, otros países pagaron menos por los medicamentos que nosotros, a veces un 60 o 70%”, afirmó.
Acusó a las compañías farmacéuticas de haberse “aprovechado del sistema durante mucho tiempo”, con precios de medicamentos que superan a menudo los de países de los vecinos México y Canadá, y también los de Europa.
“¿Por qué otros países deberían pagar mucho menos que nosotros”, dijo Trump, quien avisó que podría gestionar esta cuestión mediante una orden ejecutiva.
Todo esto provino porque a principios de julio, el Gobierno de EEUU pedirá a las empresas farmacéuticas que anuncien el precio de sus medicamentos en las publicidades por televisión, una medida que Trump ha considerado una “transparencia histórica”.
