El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado de Venezuela el 23 de enero, ofreció una rueda de prensa para esclarecer ante la opinión pública lo ocurrido con la investigación que se le sigue a Kevin Rojas y Rosana Barrera, quienes fueron apartados de sus cargos en Colombia por presuntamente tomar dineros destinados a asistir a los efectivos militares que se encuentran en Cúcuta para gastos personales.
Guaidó aclaró que el llamado gobierno de transición, administración que lidera, no tiene la potestad de manejar dineros públicos, ya sea el que proviene de las arcas del Estado o por la ayuda humanitaria, y agregó que la asistencia que se le brindó a 140 militares es totalmente separada de los recursos obtenidos -en metálico y en otros insumos- para aliviar la situación en Venezuela.
Indicó que la asistencia prestada a esos militares que están en Cúcuta, luego de que cruzaran la frontera y se pusieran “del lado de la Constitución” se hizo porque el Gobierno de Colombia y Acnur tenían “sobrepasada” su capacidad de respuesta, por lo que se procedió a atender esa contingencia.
Hizo mención que para la asistencia a esos funcionarios de la Fuerza Armada Nacional y Policía Nacional Bolivariana se procedió a trabajar con “donaciones de particulares”, que rondan los $90.000 y por eso es que, al recibir las denuncias de presunta malversación de fondos, se procedió a hacer una investigación administrativa que sería presentada por su embajador en Colombia, Humberto Calderón Berti, ante la Fiscalía de ese país como un ente “imparcial”.
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Junto a la Fiscalía de Colombia, Guaidó pidió la colaboración de Transparencia Internacional para velar porque se lleve a cabo una contraloría del proceso, aunque subrayó que la contraloría ciudadana es clave para llevar una gestión sana de las finanzas.
Sin embargo, recalcó que esa situación representa un “escándalo” que hay que aclarar porque “un centavo, venga de donde venga, es sagrado”, al tiempo que subrayó que no se pueden repetir los errores del pasado y por eso es que existe una investigación para llegar al fondo del asunto.
Las palabras de Juan Guaidó se registraron luego de que Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación e Información de Nicolás Maduro, mostrara el 17 de junio unas presuntas pruebas que lo incriminarían en el caso de supuesta malversación de fondos que estaban destinados para la ayuda humanitaria, como también para costear gastos de militares venezolanos refugiados en Colombia.
Ante eso, el presidente de la Asamblea Nacional destacó que la administración de Maduro lo que quiere es “confundir” a la población mostrando información mezclando “peras con manzanas”.
Reiteró que Kevin Rojas y Rosana Barrera, militantes de Voluntad Popular en el estado Táchira, fueron retirados de sus cargos hasta que se esclarezca la situación y subrayó que esos nombramientos se hicieron en el Parlamento venezolano.
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En ese sentido, indicó que todos los representantes diplomáticos en el exterior trabajan ad honorem, al igual que los diputados a la Asamblea Nacional. Dio a entender que como desde el Poder Legislativo se han protegido los activos de Venezuela en extranjero, lo que buscan es “empastelar” la gestión.
Guaidó también respondió directamente a un reportaje publicado en el portal Panam Post en el que denuncian dicha malversación de fondos en las que estarían implicados los diputados Gaby Arellano y José Manuel Olivares.
Dijo que la Asamblea Nacional, a través de la Comisión de la Ayuda Humanitaria, ha podido atender en parte la crisis por la que atraviesa Venezuela. Al menos 100.000 personas han sido beneficiadas con esta iniciativa, pero lamentó que no haya podido ser más debido al “bloqueo” que hace la actual administración que impide el paso de insumos y medicinas al país.
Manifestó que la poca ayuda que se ha tenido al respecto la pudieron colocar a través de diversas ONG, que en la actualidad están siendo perseguidas.
Recalcó la necesidad de nombrar a un contralor.
La llegada de Bachelet a Venezuela
Juan Guaidó también se refirió a la visita de la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, quien estará en Venezuela del 19 al 21 de junio. Dijo que se encuentra esperando su agenda para así poder “determinar su participación” en las reuniones que se llevarán a cabo.
A su juicio, la sola llegada de Bachelet al país representa la evidencia de que en Venezuela se está pasando por una “emergencia humanitaria compleja”, producto del “desespero de un régimen que no quiere contarse”.
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“Hay que buscar soluciones urgentes. El rol del Alto Comisionado es para visibilizar el problema. El mundo reconoce la emergencia humanitaria compleja que hay en el país. Fue contundente el informe presentado por la oficina de la Alta Comisionada. 19 puntos tiene, en donde hablan de persecución, personas desplazadas, trata de blancas. Es una tragedia real”, dijo.
Advirtió que habrán intentos de “invisibilizar” la situación que existe en Venezuela y de la emergencia que se vive en el país.
Respecto al tema de Suecia, Guaidó indicó que acudieron a esa nación por una invitación que surgió por parte de la nación escandinava y acotó que no están “enamorados de mecanismos”, ya que aseguró que cualquier esfuerzo que ponga en marcha la llamada “hoja de ruta” es bienvenido.
“No es un mecanismo lo que nos va a ayudar, sino la presión local e internacional. La presión a la Fuerza Armada Nacional, que nos preparen para la transición”.