La reina Isabel II durante sus 96 años siempre fue amante de los animales, sobre de todo de los tiernos y cariñosos perros de raza corgi galés de Pembroke, desde su niñez compartió con esos peluditos que la acompañaron hasta en su luna de miel.
Sus padres le regalaron su primera mascota llamada Susan cuando cumplió 18 años en 1944. Durante su mandato la monarca británica tuvo más de 30 perros y su casa real fue testigo del nuevo nacimiento de una nueva de raza llamada Los dorgi, una de las más antiguas de Gran Bretaña.
La reina quería tanto a sus perros que supervisaba la dieta diaria de cada uno de sus canes, según el libro ‘Pets by Royal Appointment’ de Brian Hoey, donde hace un breve repaso de los curiosos y adorables mascotas de la realeza británica.
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Pero estos no son los únicos animales que tuvo la reina, por el hecho de que también fue dueña del 100 por ciento de los cisnes blancos que no estaban marcados y que se encuentran en aguas abiertas. La fallecida monarca tuvo el derecho y autoridad de reclamar por cualquier cisne que estuviese en el tramo del río Támesis, en Inglaterra.
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