El cadáver de Alberta Leeman, una mujer que desapareció en julio de 1978 sin dejar rastro, fue encontrado en un automóvil hundido en el río Connecticut (noreste de Estados Unidos), según informaron las autoridades.
Los historia de esta mujer le ha dado la vuelta al país luego de que unas pruebas de ADN confirmaran la identidad de un cuerpo que había sido hallado en agosto de 2021 por un nuevo equipo de rastreo acuático, pero no se habían confirmado hasta ahora que se trataba efectivamente de ella.
Leeman tenía 63 años al momento de desaparecer y desde entonces las autoridades habían archivado el caso por lo que su historia había sido todo un misterio.
“Las pruebas de ADN de Bode Technology compararon una muestra de ADN del pariente de la Sra. Leeman con los restos humanos encontrados en el vehículo registrado a nombre de la Sra. Leoman”, indicó la Policía estatal de Nuevo Hampshire.
Sus restos fueron examinados por la oficina del médico forense de New Hampshire y por antropólogos forenses que determinaron que murió por “múltiples lesiones por fuerza contundente”, señala la cadena CBS.
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El río Connecticut atraviesa los estados de New Hampshire, Vermont, Massachusetts y Connecticut.
“La familia de la señora Leeman aprecia los esfuerzos diligentes de las fuerzas del orden público y sus socios médicos que han llevado a la conclusión de esta investigación”, aseguró la policía estatal.
Leeman conducía un Pontiac LeMans que fue encontrado por el equipo sonar cuando operaba un vehículo remotamente de New Hampshire Fish and Game durante una sesión de entrenamiento en agosto de 2021, según un comunicado de prensa de la agencia.
“En equipo de buceo entró en el río e identificó la placa del vehículo como una que coincidía con el automóvil de Leeman”, indicaron las autoridades.
De esta forma, se logró determinar que esta señora habría sufrido un accidente y sufrió varias lesiones contundentes en su cuerpo. Sin embargo se desconoce la forma como el vehículo fue a parar a este río.
Finalmente, la familia de Alberta Leeman agradeció a los cuerpos de seguridad y sus socios médicos por identificar el cuerpo y poner fin a un profundo dolor que ha tenido durante todos estos años al no saber nada del paradero de su familiar.
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