Un equipo de científicos de la NASA abrió una de las últimas cápsulas del tiempo que contienen muestras de la Luna, las cuales fueron recolectadas en el marco de la misión Apolo 17.
El sorprendente anuncio se da luego de que estas reliquias permanecieran completamente selladas durante 50 años, por lo que los curadores de la División de Ciencia de Exploración e Investigación de Astromateriales (ARES) fueron los encargados de abrir este objeto para investigar esta muestra del suelo lunar.
“Tuvimos la oportunidad de abrir esta muestra increíblemente preciosa que se ha guardado durante 50 años en el vacío y finalmente podemos ver qué tesoros se encuentran dentro”, indicó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA.
De esta forma, la muestra 73001 fue sellada al vacío en la Luna y fue almacenada en un segundo tubo por parte de los astronautas Eugene Cernan y Harrison “Jack” Schmitt, quienes en 1972 fueron los encargados de recolectar este material con el objetivo de investigar el pasado de nuestro satélite natural.
“Hemos extraído gas de este núcleo, y esperamos que ayude a los científicos cuando intenten comprender la firma del gas lunar observando las diferentes muestras tomadas para hacer un análisis químico”, indicó Ryan Zeigler, curador de muestras de la misión espacial Apolo.
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De acuerdo con la NASA, el exitoso programa Apolo llevó por primera vez a la humanidad a la Luna y permitió probar diferentes métodos de muestreo que se pensaba que funcionarían en la Luna porque ya se habían probado en las investigaciones geológicas y científicas en la Tierra.
Después de todos estos avances científicos, la NASA nuevamente está contemplando regresar a la Luna a partir del año 2024 bajo el programa espacial Artemis.
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Esta nueva misión no solo buscaría llevar a la primer mujer a la superficie lunar sino explorar y allanar el camino para poder instalar una base que garantice una presencia sostenible de los humanos en la Luna a largo plazo, lo cual también sería un punto de partida para poder llegar a Marte en el futuro próximo.
Uno de los principales objetivos de este programa es explorar el Polo Sur para analizar las condiciones geológicas que permitirían comprender nuestro propio origen planetario.
“El Polo Sur de la Luna es un gran lugar para la acumulación potencial de grandes depósitos de lo que llamamos volátiles. Estos materiales pueden darnos pistas sobre el origen del agua en esta parte del sistema solar, ya sea de cometas, asteroides, viento solar u otros”, destacó Lori Glaze, directora de la División de Ciencias Planetarias en la sede de la NASA.
En ese sentido, las muestras recolectadas con Apolo le han brindado a la NASA importante información sobre la Luna y por eso hay muchas expectativas sobre lo que se podría lograr bajo el nuevo programa espacial Artemis ante la posibilidad de comprender mejor su evolución geológica.
“Artemis tiene como objetivo traer muestras frías y selladas de cerca del Polo Sur lunar. Esta es una emocionante oportunidad de aprendizaje para comprender las herramientas necesarias para recolectar y transportar estas muestras, analizarlas y almacenarlas en la Tierra para futuras generaciones de científicos”, concluyó Zurbuchen.
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