Leopoldo López cumple cinco años preso. El fundador del partido opositor Voluntad Popular fue acusado a 14 años de cárcel acusado de instigar a la violencia a los venezolanos en las protestas contra Nicolás Maduro que comenzaron el 12 de febrero de 2014 en ese país y que dejaron al menos 50 muertos y cientos de detenidos.
Seis días después, el 18 de febrero, el propio López se entregó a la Guardia Nacional luego de ofrecer un enérgico discurso ante cientos de seguidores que le aclamaban y le pedían que no lo hiciera.
En un proceso jurídico cargado de irregularidades, según sus abogados, y en el cual no se admitieron pruebas ni testigos, el dirigente opositor y el exalcalde de uno de los principales municipios de la Gran Caracas, fue sentenciado y ahora cumple arresto domiciliario.
Ya López había tomado la decisión de entregarse a una “justicia injusta” y una “justicia corrupta”, pero aseguró que no iba a pasar a la clandestinidad ni a dejar su país. “Si mi encarcelamiento vale para el despertar de un pueblo, para que Venezuela despierte definitivamente y que la mayoría de los venezolanos que queremos cambio podamos construir ese cambio en paz y en democracia, entonces vale este encarcelamiento infame”, exclamó.
El presidente encargado, Juan Guaidó, uno de los principales de Voluntad Popular, recordó la fecha y agradeció a López “por haber resistido, por ser fundamental para la reconstrucción de nuestro país”.
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