La humanidad siempre ha tenido la incertidumbre de que un asteroide de gran tamaño vuelva a impactar a la Tierra por lo cual se han generado todo tipo de teorías sobre este escenario.
La comunidad científica ha logrado establecer que es improbable que un gran asteroide impacte a la Tierra en el próximo siglo, pero han resaltado que es crucial mejorar los sistemas de detección temprana para poder identificar estos objetos rocos que viajan por el espacio.
“Mi principal preocupación es que la gente entienda que los impactos de asteroides pueden suceder con poca antelación”, indicó Tim Spahr, astrónomo de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN).
De acuerdo con el experto, a pesar de que la humanidad puede tener un mensaje de calma por lo atípicos que son los grandes asteroides no solo se necesita seguir investigando este tipo de amenazas para diseñar estrategias que, en caso de ser necesario, permitan desviar su trayectoria si se logran identificar entre cinco o diez años antes del posible impacto con la Tierra.
“Necesitamos aumentar el nivel de detección para estar alerta sobre cualquier riesgo potencial en escalas de tiempo con un margen de acción de más de diez años”, indicó Spahr.
Simulación de impacto de un asteroide
Lo cierto es que esta preocupación fue debatida en una Conferencia de Defensa Planetaria que la Agencia Espacial de la ONU (UNOOSA) en donde se han discutido y planteado varias alternativas en caso de que la humanidad tenga que enfrentarse a este complejo escenario de un inminente impacto de un asteroide con la Tierra.
Durante el encuentro, los científicos simularon la detección de un asteroide ficticio 2021 PDC seis meses antes de su posible impacto, el cual tenía una diámetro de 100 metros y causaría unos seis millones de muertos al impactar en Europa Central.
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“Un sistema de prevención total es imposible. En la última década se han logrado muchos avances, en especial con la cooperación internacional. Estamos trabajando para tener mejores telescopios para poder descubrir más asteroides cada año”, resaltó el investigador.
De acuerdo con el astrónomo, uno de los principales objetivos es aumentar el número de detecciones de asteroides y agilizar el seguimiento de sus órbitas para determinar su tamaño y el lugar de impacto con la Tierra, independiente del tamaño.
Riesgos reales
Los astrónomos ya se han tenido que enfrentar a la documentación de casos reales de posibles impactos con la Tierra. Por ejemplo, hasta hace poco se pensaba que Apofis, un asteroide de 340 metros de ancho, podía impactar con la Tierra en el año 2068.
En el momento de su descubrimiento, en 2004, se calculó una probabilidad del 10 % de que impactara en 2029, pero luego se precisó que en esa fecha pasaría a unos 31.000 kilómetros de la Tierra por lo que su enorme tamaño y distancia de acercamiento encendió las alarmas al ser un asteroide potencialmente peligroso.
Sin embargo, el asteroide Apofis pasó lo suficientemente cerca de nuestro planeta a mediados de marzo lo cual le permitió a los científicos hacer nuevos cálculos de órbita.
El director del Centro de Coordinación de los NEO de la Agencia Europea del Espacio (ESA), Luca Conversi, explicó que con los recientes análisis se pudo descartar el peligro de que el asteroide se acerque a la Tierra nuevamente en 2068.
Los llamados NEO (Objetos Cercanos a la Tierra, en sus siglas en inglés) son asteroides que podrían acercarse a menos de 50 millones de kilómetros de la Tierra, un tercio de la distancia entre nuestro planeta y el Sol.
Actualmente la comunidad internacional tiene localizados unos 26.000 de esos objetos, aunque sólo un millar presenta alguna probabilidad de impacto.
En ese sentido, los expertos descartan el choque de un gran asteroide, como el que acabó con los dinosaurios hace 66 millones de años, en al menos los próximos 100 años.
“A día de hoy sabemos que en los próximos 100 años no va a chocar contra la Tierra y lo hemos excluido de la lista de riesgo”, resaltó Conversi, sobre Apofis, el cual fue apodado como el “Dios egipcio del caos”.
Sin embargo, en las listas de riesgo de la ESA y la NASA sí existe un asteroide denominado como 2009 JF1 que tiene 3 metros de diámetro y pasará cerca de la Tierra en 2022.
Finalmente, los expertos coinciden en la importancia de no relajarse y mejorar los sistemas de detección ya que los impactos de asteroides también pueden suceder con poco margen de reacción.
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