Las crisis alimentarias en el mundo se incrementaron considerablemente en 2020 por cuenta de los conflictos, la pandemia del COVID-19 y los fenómenos climáticos afectando a unas 155 millones de personas en el planeta.
Así lo reveló la Red Mundial contra las Crisis Alimentarias al advertir que esta compleja situación podría empeorar en 2021 ya que 55 países en el mundo, 20 más que en 2019, estaban en una situación de crisis en el último año en donde millones de personas no tuvieron acceso a alimentos.
El informe realizado en conjunto con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Unión Europea y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) establece que 20 millones de personas adicionales ingresaron a una fase de inseguridad alimentaria respecto a las cifras de 2019.
“El conflicto y el hambre se retroalimentan. No se pueden resolver por separado”, indicó António Guterres, secretario general de la ONU, al resaltar que los países deben afrontar ambos problemas al mismo tiempo en un momento en el que hay más de 30 millones de personas al borde de la hambruna en el mundo.
En ese sentido, el informe establece que más de 28 millones de personas en 38 países se hallaban en situación de “emergencia alimentaria”, siendo la República Democrática del Congo, Yemen y Afganistán lo más afectados.
Por su parte, cerca de 133.000 personas estaban en 2020 en situación de “catástrofe/hambruna” (fase 5, la más alta), en Burkina Faso, en Sudán del Sur y en Yemen, los cuales son países en los que “se tomaron medidas urgentes para evitar una mortalidad generalizada y un colapso total de los medios de subsistencia de su población.
“Para 100 millones de personas que se enfrentan a una crisis alimentaria aguda en 2020, la causa principal estaba relacionada con los conflictos y la inseguridad, frente a 77 millones en 2019”, aseguró Dominique Burgeon, director de la División de Emergencias de la FAO.
Estos conflictos provocaron seis de las diez principales crisis alimentarias de 2020 en la República Democrática del Congo, Yemen, Afganistán, Siria, Nigeria y Sudán del Sur.
Ver más: La pobreza registró un aumento sin precedentes en Latinoamérica debido a la pandemia
Las crisis económicas también fueron las responsables de la inseguridad alimentaria de 40 millones de personas (24 millones en 2019) con un efecto directo de la pandemia, la cual “exacerbó las vulnerabilidades” de los sistemas agrícolas de los países en el mundo.
Asimismo, los impactos climáticos fueron la principal causa de la inseguridad alimentaria para 15 millones de personas, una cifra que disminuyó respecto a 2019 (34 millones). En particular, las tormentas tropicales, los huracanes y las inundaciones han agravado los problemas alimentarios en los países de Centroamérica y Haití.
El informe pronostica que la crisis alimentaria en los países del mundo podrían empeorar en 2021 por lo que se espera que este año “sea difícil” a medida en que persistan los conflictos y la pandemia siga afectando las economías.
Precisamente, el estudio evidenció que la zona del mundo más afectada por la escasez alimentaria es África en donde residen 97,9 millones de personas en esa situación, seguida de Oriente Medio (29,4 millones), el Sur de Asia (15,6 millones), América Central y el Caribe (11,8 millones) y Europa del Este (600.000 personas).
En el informe se destaca la situación de Guatemala en donde 3,7 millones de personas sufren inseguridad alimentaria y donde “los huracanes Eta e Iota” intensificaron los problemas para “una población que ya era vulnerable por pérdidas vinculadas a la COVID-19 y por varios años de malas cosechas”.
Igualmente, ‘Eta’ e ‘Iota’ y las dificultades económicas acrecentadas por las restricciones contra la COVID-19 están detrás del aumento de la escasez de alimentos en Honduras, que afecta a 2,9 millones de personas en este país centroamericano.
El informe también alerta del efecto de las crisis alimentarias en los niños, con 91 millones de menores de cinco años afectados por malnutrición en el mundo, con una situación especialmente difícil en Yemen, Sudán y Sudán del Sur.
“Los pronósticos apuntan a un panorama sombrío para 2021, con la amenaza de hambruna persistiendo en algunas de las peores crisis alimentarias del mundo”, concluye el informe de la Red Global contra las Crisis Alimentarias.
Infórmate minuto a minuto sobre esta y otras noticias del mundo en nuestras redes sociales