Cuando la madre de tu pareja interfiere en la relación puede generar profundos problemas a largo plazo e incluso la ruptura de esa unión, afirman psicólogos, que proponen técnicas para tratar este personaje tan polémico en las familias como lo es la suegra tóxica.
Para identificar si las conductas habituales de la madre de tu pareja son realmente dañinas o estás exagerando, puedes hacer una observación lo más objetiva posible y determinar si te parecen conocidas algunas de estas señales.
Una suegra tóxica no respeta los límites. Ya sea de espacio, de tiempo, de cómo criar a tus hijos, la suegra tóxica no entiende o no quiere respetar lo que tú y tu pareja han fijado como aceptable y traspasa los límites frecuentemente.
Esta conducta es propia de una madre con quien sus hijos nunca han ejercido límites de sano respeto, de individualidad o independencia, por lo que tu pareja debe trabajar también ese problema para no expandir su relación disfuncional a ti.
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Debes crear un frente unido con tu pareja
Otro rasgo de la suegra tóxica es que hacerte sentir mal es su deporte, su reto personal. Suelen hablar sin medir sus palabras y quieren convencerte de que estás haciendo un mal trabajo, ya sea como pareja o madre. Limitar la exposición a sus comentarios es el camino más sano para evitar que esas opiniones negativas afecten tu confianza y tu autoestima, señalan terapeutas.
La suegra tóxica además adora hacer el papel de víctima, y no desperdiciará la ocasión de hacerte ver como la villana si no aceptas sus demandas, lo que te puede causar serios problemas con tu pareja, si él o ella no están al tanto de la personalidad de su madre.
El otro extremo del comportamiento también es frustrante, y ocurre cuando tu suegra se dedica a ignorarte, lo que es particularmente incómodo en las reuniones familiares. Actúa como si no existieras, se hace la que no te escucha, no te invita a las celebraciones e incluso habla de la anterior pareja de su hijo como si no estuvieras allí.
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Afortunadamente, todo tiene solución, y la recomendación es que crees un frente unido con tu pareja, para darle cara a este problema juntos, establezcan acuerdos y límites, deja de que tu compañero lleve la iniciativa en cuanto a tratar con su madre y, de ser posible, minimiza el tiempo que te expones a su comportamiento tóxico.
Además, debes hacer un ejercicio de autoanálisis y ver qué acciones tomar para mejorar las relaciones con tu familia política, pues una suegra feliz es una familia más armónica.
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