La no monogamia consensuada es una tendencia en relaciones de pareja en la que tienes la libertad de salir con otras personas, pero siempre discutiendo primero los límites y lo que están dispuestos a dar y permitir. En resumen, es el paraguas donde se encuentran todas las relaciones no exclusivas.
Incluye a las relaciones poliamorosas, pero no se limita a ellas, porque en la no monogamia consensuada se encuentran muchos tipos de relaciones abiertas que pueden limitarse a lo sexual o lo esporádico, mientras que los poliamorosos tienen varias relaciones íntimas, significativas y estables con varias personas.
Un estudio conjunto de expertos de las universidades de Indiana y Michigan, en Estados Unidos, reportó que uno de cada cinco estadounidenses ha practicado la no monogamia consensuada (CNM, por sus siglas en inglés) en algún momento de su vida.
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Ese número se mantiene constante, independientemente de la edad, raza, ingresos, creencias religiosas o nivel educativo de las personas, indica la investigación, que detalla que los hombres y las personas que se identifican como gay, bisexual o lesbiana tienen una tendencia mayor a involucrarse en este tipo de arreglos.
Los especialistas aseguran que estas relaciones abiertas pueden funcionar tan bien como las monógamas en términos de satisfacción, comunicación y duración de la relación de pareja.
Tan exitosa como la monogamia
Entre los factores a los que atribuyen el éxito de la no monogamia consensuada es que satisface los deseos de cada individuo sin recurrir a mentiras, las personas se sienten más cómodas hablando de lo que realmente quieren, por lo que hay menos frustración, y fortalece el sentido de libertad, individualidad y atracción.
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Fortalece la idea de que cada persona puede tener una vida separada en sus intereses y ser fiel a su verdadera naturaleza, sin tener que fingir por el otro, quitándole peso a la relación. De esta manera, quienes practican la CNM no esperan que una sola persona satisfaga todas sus necesidades amor, conexión y atracción sexual, lo que es más realista.
Todo depende de las ideas personales y de los conceptos de fidelidad, traición, celos y compromiso que maneje cada persona. La no monogamia consensuada solo funciona cuando ambos miembros de la pareja están en la misma página.
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