El islandés Félix Gretarsson se ha convertido en la primera persona en el mundo en recibir un doble trasplante de brazos, siendo uno de los grandes hitos en la historia de la ciencia médica.
Este electricista de 48 años perdió ambos brazos en un accidente eléctrico en 1998 y desde entonces su vida dio un completo giro y tuvo que luchar para superar esta adversidad que marcaría su existencia.
A sus 26 años, este islandés recibió una descarga de 11.000 voltios en una línea de alta tensión que le quemó sus manos, le dejó innumerables fracturas y sus órganos internos bastante afectados. Estuvo durante tres meses en estado de coma y cuando logró salir se despertó con ambos brazos amputados.
El pasado 13 de enero, Felix se sometió a un trasplante de brazo bilateral, a nivel del hombro a la izquierda y transhumeral proximal en la derecha, en el hospital Edouard Herriot, una operación sin precedentes en la historia de la medicina.
El procedimiento se realizó en la ciudad de Lyon (Francia) en donde un equipo médico multidisciplinar duró cerca de 15 horas en una compleja cirugía, la cual estuvo combinada con la terapia inmunosupresora para su trasplante de hígado y que deberá continuar durante toda su vida.
“Empiezo a considerarlos como propios”, explicó Gretarsson sobre sus nuevos brazos que tras dos semanas de la intervención avanza con su recuperación y terapias de forma satisfactoria.
“Aunque no fue fácil y, sobre todo, muy doloroso. Las primeras 24 horas han sido horribles. Tomo muchos analgésicos pero siento que cada día avanza”, manifestó Gretarsson al reconocer que esperaba este trasplante desde 2007.
Felix reconoció que ya ha empezado a apropiarse de sus brazos y manos en medio de las terapias que ha tenido que realizar para poder recuperar y coordinar la movilidad de sus extremidades.
“Me gustan mis manos. Por otra parte, se parecen a las de antes”, indicó al semanario Tribune de Lyon al que también le reveló que se siente “muy optimista” de lograr recuperar cierta movilidad.
Acompañado de su esposa Silvia, debe pasar otras tres semanas en el hospital antes de ser trasladado a un servicio de reeducación física y de rehabilitación neurológica.
Su historia
Su lucha por salir adelante tras ese lamentable accidente lo llevó a investigar sobre los trasplantes y en 2017 logró reunirse con el profesor de Lyon Jean-Michel Dubernard, un pionero mundial de los trasplantes de mano, y contarle su historia.
Con la esperanza de recuperar sus extremidades y de empezar una nueva vida, Felix vendió todo lo que tenía en Islandia para trasladarse a Francia con el objetivo de beneficiarse de un trasplante de brazo bilateral: una primicia mundial.
En ese sentido, realizó ventas benéficas, solicitudes de donaciones y recibió ayudas para financiar esta inédita operación que le cambiaría la vida. Sin embargo, este no ha sido el primer trasplante que este hombre recibe ya que en 2002 fue implantado con un nuevo hígado y está recibiendo un tratamiento de por vida.
En 2013, Félix Gretarsson se mudó a Lyon (Francia) para comenzar el trabajo preparatorio para la cirugía pero tuvo que esperar varios años mientras se encontraba un donante compatible.
Tras una anhelada llamada, el pasado 13 de enero Félix fue intervenido en una operación que tuvo que pasar por dos grandes etapas: la extracción de las extremidades del donante (fallecido) y la preparación de su cuerpo para recibir estas extremidades bajo un proceso de coordinación y sincronización entre todos los equipos quirúrgicos.
Los médicos explicaron que tras extraer los brazos, al donante se le implantaron unas prótesis cosméticas en su cuerpo para poder darle a esta persona una apariencia aceptable como un acto de respeto y dignidad para que su familia pudiera realizar sus exequias.
“El acceso a los seres queridos fue un tema importante. La restitución del cuerpo del fallecido es un imperativo fundamental en este proceso y la producción de prótesis estéticas de alta calidad permitió respetar al máximo la integridad física del donante”, explicaron los médicos.
De esta forma, esta histórica cirugía le cambió completamente la vida a Félix Gretarsson pero también se convirtió en uno de los hitos más importantes de la medicina al lograr un doble trasplante de brazos.