Aclarar la piel ha sido un procedimiento cosmético popular en países asiáticos, que consiste en aplicarse cremas con diversos químicos que prometen dejar la piel algunos tonos más claros. Desafortunadamente, este procedimiento puede tener complicaciones y no es aconsejado por los dermatólogos.
De acuerdo a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), muchos de estos productos no son seguros y además son inefectivos, por eso no se ha permitido su uso dentro de los Estados Unidos. De hecho, la aplicación de soluciones inyectables que prometen aclarar la piel está prohibida.
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En el caso de las cremas, estas prometen inhibir la producción de melanina y con ello atenuar o desaparecer manchas y dejar la piel más clara.
Los dos productos más comunes que contienen las cremas para aclarar la piel son la hidrocortisona y la hidroquinona, las cuales pueden producir manchas, quemaduras, eritema y escozor. En casos graves, la hidroquinona puede dejar graves marcas en la piel debido a la exposición al sol y a los rayos ultravioleta.
Por esta razón, se ha prohibido en varios países como Chile y Argentina la venta libre de este medicamento y se ha pedido usarlo solo bajo prescripción médica y a una concentración límite de 4%.
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Otras cremas que prometen aclarar la piel tienen componentes naturales que no suelen ser nocivos, como el bicarbonato de sodio, pero deben ser administradas con mucho cuidado y de preferencia bajo la vigilancia médica.
Otro producto menos severo con la piel es el ácido glicólico, que se usa para exfoliar la piel y tratar el acné, las arrugas y las manchas. Su concentración varía entre el 4 y un máximo de 20%.
No juegues con tu piel, es la mejor recomendación posible, siempre acude a tu dermatólogo, que va a tener la mejor respuesta para tu problema.
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