Gases, hinchazón, náuseas, cólicos y diarrea después de comer lácteos son algunos de los síntomas de la intolerancia a la lactosa, una condición que afecta a quienes no pueden procesar esta sustancia, explica la Mayo Clinic.
Según la Universidad de Cornell, la intolerancia a la lactosa afecta en mayor o menor medida al 60% de la población y tiene prevalencia en comunidades con ancestros africanos o asiáticos. En Estados Unidos, el 75% de los afroamericanos y el 90% de los americanos de orígenes asiáticos la padece.
La causa es que el cuerpo no produce suficiente lactasa para poder digerir la lactosa. Los europeos y aquellos con ancestros de esa zona suelen tener la capacidad de digerirla y por eso tienen muchos menos casos de intolerancia.
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Hay que subrayar que la intolerancia a la lactosa no es lo mismo que la alergia a la leche, que ocurre cuando el sistema inmune genera una respuesta anormal, que se manifiesta en erupciones, sensación de picazón u hormigueo, hinchazón de los labios, lengua o garganta, tos y hasta dificultad para respirar.
La alergia a la leche a veces se manifiesta de formas sutiles, como una permanente forma de acné que ocupa el rostro y a veces el pecho y la parte superior de la espalda. Puedes tener esos granitos durante años sin que ningún cosmético o tratamiento de acné te lo quite porque es básicamente una alergia y solo mejora con antialérgicos.
¿Qué comer si no ingieres lácteos?
Si padeces de intolerancia a la lactosa o alergia a la leche, la recomendación es que te alejes de los lácteos y de sus derivados. Eso quiere decir que dejes el queso, los lattes, el helado, los pasteles, galletas, la mantequilla, el yogur y prácticamente todas las cremas.
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Puedes encontrar un aliado en la leche de origen vegetal, como la de almendras o avena. No ingerir lácteos implica que no estarás tomando sus nutrientes. Como son altos en proteínas y calcios debes complementar con alimentos que también los contengan.
En el caso del calcio, puedes comer pescados como sardinas y otros alimentos como brócoli, soja y la col rizada. Ponte creativa al cocinar y te acostumbrarás a no depender de los lácteos.
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