Hacer ejercicios es una de esas metas de año nuevo que muchos se ponen al menos una vez en la vida, pero ¿cómo conseguir ejercitarte si sufres de flojera? ¿Cómo dar ese paso cuando piensas que hacer ejercicio es una de las peores cosas que tienes que hacer?

De acuerdo a especialistas, no necesitas invertir en un gimnasio ni tener una rutina súper rígida para ejercitarte y ser más saludable. Incorporando cambios progresivos en tu rutina puedes quemar calorías, mejorar tu cardio y verte y sentirte mejor. Hay dos enfoques disponibles: hacer ejercicios de forma gradual y ejercitarte haciendo tus actividades del día.

Si eres totalmente sedentaria y sientes mucha flojera, la última opción podría parecerte más atractiva. Consiste en hacer cambios como subir escaleras en lugar de tomar el ascensor, ir caminando adonde usualmente irías en auto, hacer de pie cosas que harías acostada o sentada.

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Puedes comprar una bicicleta y comenzar a usarla para desplazarte. De esa manera estarás activa aunque no te des cuenta, y como de igual manera debes trasladarte a esos lugares, estarás aprovechando por doble partida el tiempo.

Si trabajas sentada, levántate cada hora y da unos pasos, estírate. Camina al menos 20 minutos diarios. Engaña a tu cerebro escuchando música mientras corres o caminas, el tiempo se irá volando. También puedes hacer estiramientos, sentadillas, abdominales y otros ejercicios durante la publicidad de la TV o en cada descanso de un maratón de Netflix.

La otra opción, es comenzar con ejercicios de corta duración e ir incrementando el tiempo y el nivel de resistencia o dificultad.

Puedes hacer rutinas muy cortas como esta de cardio de apenas 12 minutos que puedes hacer desde casa.

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Potencia tu actividad física con buenos hábitos

Si quieres ejercitarte por salud, para quemar grasa, bajar de peso, crear músculo o simplemente por cambiar tu vida, es recomendable llevar una dieta en la que le bajes el volumen al azúcar, las frituras y grasas y los alimentos procesados.

Tomar mucha agua y dormir bien son los otros dos factores complementarios para que tu plan de ejercitarte rinda frutos y no dejar que te gane la flojera.