La compañía privada SpaceX realizó una prueba considerada exitosa con un prototipo de su nave espacial, a pesar que los ensayos terminaron con una gran explosión tras una falla en el aterrizaje.
El cohete destruido era un modelo conocido como Starship, de casi 50 metros de largo, con la que SpaceX espera hacer la primera misión y llevar a los humanos a Marte, así como transportar hasta 100 toneladas de carga al espacio.
El vuelo de prueba se planeó para verificar el enorme cuerpo de metal de la SN8 (Starship número 8) y sus tres motores para evaluar su aerodinamismo, incluso durante el regreso de la nave a la Tierra, el cual se realiza de la misma forma en que lo hace el cohete Falcon 9.
La nave, sin tripulación, despegó de la base que SpaceX tiene en Boca Chica (Texas) y ascendió unos 12 kilómetros impulsada por tres motores tipo Raptor antes de regresar al punto de partida, donde debía aterrizar.
Sin embargo, luego de 4 minutos y 45 segundos de vuelo, su tercer motor se apagó y el cohete inició su descenso en la posición programada pero al tocar tierra la nave espacial explotó creando una bola gran bola de fuego.
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En la prueba de lanzamiento, el artefacto despegó y ascendió correctamente en una línea aparentemente recta, antes de que uno y luego el otro de sus motores se apagaran.
El dueño de SpaceX, el multimillonario Elon Musk, explicó que durante el descenso “la presión del tanque de combustible del cohete era baja” lo cual habría causado que “la velocidad de aterrizaje fuera alta”.
Lo cierto es que Musk resaltó que en estas pruebas los científicos e ingenieros de SpaceX obtuvieron toda la “información necesaria” de esta nave espacial, por lo que a pesar de la explosión celebró diciendo “¡Marte, aquí vamos!”.
La compañía aeroespacial es conocida por una estrategia agresiva de avanzar con rapidez en el desarrollo de sus naves espaciales y aprender de los errores, lo que ha ocasionado varias explosiones en sus vuelos de prueba.
En los últimos años SpaceX ha logrado varios contratos con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) para realizar misiones de reabastecimiento de suministros y equipos de investigación a la Estación Espacial Internacional (EEI).
El más reciente llegó el pasado lunes con una cápsula Dragon que fue la primera en acoplarse automáticamente a la EEI. Además, en noviembre SpaceX envío con éxito su primera misión operativa tripulada a la EEI.
De esta forma, la compañía espacial sigue realizando las pruebas de su poderosa nave Starship con la que no solo se cumpliría el sueño de la humanidad de pisar suelo marciano sino que también facilitará las próximas misiones a la Luna y el transporte de carga al espacio.
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