Las autoridades sanitarias del Reino Unido advirtieron que las personas que han tenido un historial alérgico no deben recibir, hasta el momento, las vacunas de Pfizer / BionTech contra el COVID-19, luego de que dos personas que fueron vacunadas registraran una reacción alérgica.
La advertencia se produjo después de que dos trabajadores del Servicio Nacional de Salud (NHS), que estuvieron entre los primeros en recibir la vacuna el martes, sufrieran reacciones alérgicas y necesitaran tratamiento.
Al parecer, estas dos personas tienen un historial clínico de alergias severas al llevar consigo autoinyectores de adrenalina, según indican los medios británicos.
Poco después de ser vacunados, los dos sanitarios sufrieron una “reacción anafiláctica” pero se recuperaron una vez que recibieron el tratamiento adecuado, según las autoridades sanitarias.
Ese tipo de reacciones son repentinas y generalizadas, que suelen empezar con una sensación de hormigueo y mareo.
De esta forma, la Agencia Reguladora de Productos Medicinales y de Salud (MHRA, por sus siglas en inglés) emitió la advertencia para todas aquellas personas que en el pasado hayan experimentado reacciones alérgicas graves a fármacos, algunos alimentos u otra vacuna.
Asimismo, las autoridades pidieron que los centros donde se están administrando las vacunas tengan instalaciones adecuadas para atender a los afectados en caso de algún tipo de reacción.
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La directora ejecutiva de MHRA, June Raine, aseguró que en los reportes de ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer este tipo de alergias no se presentaron pero se debe tener las precauciones en las personas que tienen este tipo de alergias.
“Sabemos que por los muy extensos ensayos clínicos que esto no se dio. Sin embargo, si debemos reforzar nuestra recomendación, ahora que hemos tenido esta experiencia con la población vulnerable, los grupos que fueron seleccionados como prioridad, llevamos esa recomendación sobre el terreno de inmediato”, indicó Raine.
Primeras dosis
El Reino Unido se convirtió este martes en el primer país en el mundo en iniciar un programa de vacunación contra el COVID-19 al aplicar las primeras dosis en los hospitales, especialmente en adultos mayores y personal del sector de la salud.
La vacuna de Pfizer/BioNTech se administra en dos dosis, con 21 días de diferencia y será aplicada en una primera fase en las personas mayores de 80 años, sus cuidadores y el personal sanitario expuesto al contagio del COVID-19.
El Reino Unido ha recibido unas 800.000 dosis de la vacuna en el primer lote de un pedido total de 40 millones que debe ir llegando progresivamente en los próximos meses.
El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, reconoció que entiende la inquietud internacional por la velocidad con la que las compañías farmacéuticas han producido vacunas contra el coronavirus. Pero insistió en que se respetaron todos los protocolos de seguridad.
Pfizer afirmó que el MHRA les había informado de las reacciones alérgicas, pero que durante los ensayos clínicos de fase 3 en más de 40.000 personas, la vacuna fue “generalmente bien tolerada, sin que se hayan registrado problemas de seguridad graves”.
Sin embargo, los desarrolladores han explicado que algunas personas pueden registrar efectos secundarios tras la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 como malestar general, dolor de cabeza y en algunos casos episodios de fiebre, los cuales son síntomas que no son graves y pueden ser controlados con medicamentos comerciales.
El mundo está a la expectativa de la aprobación de más vacunas contra el coronavirus y de la publicación de resultados de los ensayos clínicos de otros proyectos avanzados de vacunas que se vienen desarrollando en varios países en el planeta.
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