Para los que ven a Diego Armando Maradona como un D10S el 30 de octubre es una especie de Navidad: este año, la grandísima leyenda del fútbol vive su cumpleaños 60. Para el argentino no fue un regalo estar en el divinísimo altar de del balompié, quizás sentado en la silla máxima, de acuerdo con la consideración de muchos. Él se lo ganó con todo lo que hizo en las canchas, aunque varias veces se convirtió en un ángel caído por lo que ocurría fuera de ellas.
La historia de Maradona tiene su cénit en 1986, cuando no había jugador que se le equiparara y el reinado de Pelé como el mejor de todos los tiempos comenzó a ser cuestionado. El 22 de junio, en menos de cinco minutos, y ante la inmensidad del Estadio Azteca y el mundo, el Diego marcó dos de los goles más notorios del fútbol. Anotó La Mano de Dios a los 51 minutos, y el Gol del Siglo a los 55’, dejando tendida a media selección de Inglaterra, cuatro años después de la victoria británica en la Guerra de las Malvinas contra Argentina. Él, Maradona, fue de alguna forma la consolación de todo el país albiceleste.
“Sueño con hacerle otro gol a los ingleses, esta vez con la mano derecha, ja”, le respondió Maradona a la revista France Football en una reciente entrevista motivada por su cumpleaños 60. Después de aquella demostración de genialidad contra los ingleses, el Diego llevó a Argentina a ganar el Mundial 1986 al vencer 3-2 a Alemania en la final.
Por aquellos años ya era una estrella en Nápoles, el equipo del Sur de Italia que siempre había sido opacado por el poderío del Norte. La historia de Maradona le dio un vuelco al club. Hizo que el equipo ganara la Serie A en 1986-1987 y 1989-1990, además de la Copa Italia (1987) y la Supercopa de Italia (1990). Pero su logro más grande con el Nápoli fue la Copa de la UEFA de 1988-1989.
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Aunque antes demostró su capacidad goleadora con Argentinos Juniors (entre 1976 y 1980), Boca Juniors (1981 y luego de 1995 a 1997) y el FC Barcelona (1982-1984), fue en Napoli en donde asentó su legado como uno de los más grandes, y la ciudad europea que más celebra el cumpleaños 60 de Maradona. Y todo gracias a que Gianni Di Marzio, técnico y ojeador del club, se obsesionó con él desde que escuchó en 1978, en una visita a Argentina, que había un prodigio jugando en Argentinos Juniors.
Pero la historia de Maradona estaría incompleta sin sus peores momentos, los cuales fueron muy bajos. La vida agitada en Italia, lo irresistible que lo volvió el éxito, le facilitó adicciones. Y él lo eligió así, no opuso resistencia. A principios de 1990 se le detectó cocaína en pruebas de dopaje y fue sancionado en la Serie A. Luego fue detenido en Buenos Aires por posesión de droga. Su positivo por dopaje en el Mundial de Italia 1990 es una de las imágenes más triste en la historia de la Copa. Sus adicciones lo pusieron al borde de la muerte en 2000 y 2004, al ocasionarle fallas cardíacas.
“Con mi enfermedad yo le di ventajas al fútbol”, dijo en 2014. “¿Sabés qué jugador hubiese sido si no hubiese tomado droga? ¿Sabés qué jugador hubiese sido? Un jugador de p… madre”. El cumpleaños 60 de Maradona se celebrará en aislamiento. Se encuentra en cuarentena preventiva a las afueras de Buenos Aires por positivos en Gimnasia y Esgrima La Plata, el club argentino que dirige.
La historia de Maradona con las adicciones no ha terminado. Si bien afirma que tiene más de una década sin consumir drogas, un reporte de Associated Press destaca que su doctor, Leopoldo Duque, reconoció que tiene problemas con el alcohol.
Maradona, en su cumpleaños 60, y a pesar de toda la polémica que lo envuelve fuera de los estadios, puede estar tranquilo con su legado en las canchas. Sus goles son reproducidos todavía, y su historia es contada una y otra vez. El chico humilde que nació en Villa Fiorito, el 30 de octubre de 1960, ahora es una divinidad que come en los cielos más altos del fútbol. Es D10S.
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