Muchas veces las madres luego de tener hijos comienzan a enfocarse tanto en sus pequeños que descuidan por completo su imagen personal, cosa que no debe suceder porque aunque ahora experimentan una nueva faceta no hay motivos para dejar de ser una mamá sexy.
Permite que la maternidad te cambie la visión de vida, pues ahora eres responsable de un hermoso bebé, pero no que te robe la identidad. Si antes eras una mujer que disfrutaba verse arreglada, con un look moderno y una actitud positiva no es posible que renuncies a ella.
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Ciertamente tener un hijo no es una tarea sencilla, especialmente si eres primeriza pues es normal sentirse más agotada, exhausta o incluso torpe en algunos aspectos. Sin embargo, abandonarse por completo no es la idea así que no dejes descuidado tu lado de mamá sexy, coqueta o divertida.
Luego del embarazo puede que tu cuerpo cambie y comiences a notar más estrías en tus caderas, celulitis en las piernas, senos caídos o piel flácida pero ser una madre sexy es una cuestión más de actitud que de la figura que poseas. No obstante, si tanto si incomoda esa imagen, recuerda que siempre puedes trabajar con ejercicio y buena alimentación para mejorarla.
No dejes de ser una mamá sexy
Por otro lado, es importante que tengas presente que la decisión de seguir siendo la mujer de antes es solo tuya. Es decir, no te cohíbas de seguir mostrando tu esencia solo porque tienes personas cercanas que consideran que las madres deben vestirse o actuar de una forma determinada.
Si te identificas como una mujer sexy o atractiva, ser mamá no es un pase para adoptar una imagen descuidada, sin maquillaje y despeinada para el resto de tu vida. Así que no te preocupes, se fiel a tus convicciones y busca organizarte de tal manera que puedas seguir arreglándote como prefieras sin interferir con los cuidados, tiempo de juego y amor que requiere el nuevo bebé.
De acuerdo con Emma Sánchez, pedagoga y asesora de formación familiar, existen varios secretos para sentirse nuevamente irresistible después de la maternidad. Algunos de ellos son: salir de la casa, seguir con la rutina habitual de maquillaje, cabello y piel, no esconder el cuerpo y darte tiempo en el tiempo.