La crianza de las mujeres durante muchos años, fue distinta a la de los hombres: las niñas aprendían que debían actuar como en los cuentos de hadas, esperando ser rescatadas por un príncipe azul de todo ese sufrimiento que implica la vida. Sin embargo, con el paso del tiempo las cosas han cambiado y ahora las madres saben que lejos de criar princesas desvalidas, lo mejor es educar guerreras fuertes, capaces de afrontar lo duro que puede ser el mundo.
Claro que las princesas son lindas, sin embargo no es sano esperar que otros vengan a salvarnos. Por eso, es necesario criar mujeres que sean capaces de valerse por sí mismas, tanto en lo material como en lo emocional.
La crianza en las mujeres
Entre las bases en la crianza de las mujeres se les ha dicho que deben ser dóciles, obedientes y dulces, sin gritar, sin rechistar y mucho menos expresar agresividad. Además son alabadas por su aspecto físico, enfocándose siempre en lo guapas que se ven, pero dejando a un lado lo inteligente, fuertes e incluso valientes que pueden llegar a ser. En ocasiones se le da más importancia a un lindo peinado que a su verdadera esencia.
Aunque a simple vista pueden parecer comentarios sin importancia, a la larga van calando en el inconsciente de las niñas, explica Elena San Martín, máster en Psicología Clínica de la universidad Complutense de Madrid, España, para Eres Mamá, dejando el mensaje erróneo de que una mujer solo puede valer por su aspecto físico y que su mayor cualidad debe ser la abnegación y dulzura.
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Pero el problema no se queda ahí, cuando crecen terminan por convertirse en mujeres temerosas, incapaces de defender sus propios derechos, poner límites sanos, decir ‘no’ o tomar decisiones por cuenta propia, ya que serán actos completamente aterradores. De hecho, llegan a pensar que de hacerlo así, las personas que están a su alrededor dejarán de amarlas.
Las consecuencias de criar niñas con estas actitudes pueden incluir que terminen en relaciones abusivas, ya sean de pareja, amistad o incluso en el ámbito laboral, causando por dentro una insatisfacción y hasta impotencia, ya que no se sentirán libres ni capaces de enfrentar lo duro que puede llegar a ser la vida.
Consejos para criar verdaderas guerreras
- Rompe con esos estereotipos de “jugar como niñas”, “llorar como niñas”, “eres una niña, pórtate como tal”. Las mujeres y hombres son iguales, por lo tanto solo deben actuar de forma que se sientan cómodos o cómodas.
- Está bien decir ‘no’, cuando no nos sentimos seguras o cómodas en alguna situación; la presión social no debe ser más importante que sus deseos personales.
- Criar a una niña que entienda que cada cuerpo es diferente, tanto en formas como en tamaños. Nada de eso debe ser un estigma, pensando que no se ven como otras mujeres; cada quien es hermosa a su manera.
- Respetar sus sentimientos y el de las demás personas, asumiendo siempre sus responsabilidades. Ser una persona fuerte no implica lastimar a los demás.
Criar mujeres fuertes es la solución para que las niñas se conviertan en personas adultas, seguras de si mismas y cultiven su amor propio. A lo largo de la vida tendrán que enfrentar obstáculos y muchas veces no tendrán a nadie a su alrededor para apoyarse, por eso es importante que entiendan que solo ellas mismas pueden salvarse, incluso en los momentos más difíciles.
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