El autoexamen de seno es indispensable para que tú misma puedas identificar cualquier anormalidad, especialmente las relacionadas al cáncer de mama. Al momento de realizarlo es necesario no solamente tocar, también observar con detenimiento si hay algún cambio en el aspecto o composición que antes no existía.
Es importante resaltar que el autoexamen de mama no se debe considerar la opción única para la detección del cáncer de seno: es indispensable asistir a consultas médicas y realizarte mamografías anualmente a partir de los 40 años e incluso antes, especialmente si se trata de una persona con alto riesgo para el desarrollo de la enfermedad.
¿Por qué realizar el autoexamen de seno?
Al realizarte el autoexamen de seno puedes conocer el estado de tus mamas, comprendiendo mediante la palpación cuál es la apariencia normal que deberían tener. Cuando notas algún cambio anormal o si sientes que una mama es diferente a la otra, lo mejor es consultarlo con un especialista. Además del cáncer de mamas, también existen otras enfermedades que producen ciertos cambios en esta parte del cuerpo, explica Mayo Clinic.
¿Cómo prepararse para el autoexamen de seno?
- Pídele a tu médico de confianza que te explique paso a paso cómo realizar el examen de seno por ti misma. Resulta de gran ayuda conocer la técnica de un profesional.
- Evita hacer este tipo de tacto cuando estás menstruando, ya que las mamas se encuentran con mayor sensibilidad y las hormonas pueden causar cambios en el tejido mamario.
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Comienza el autoexamen
Párate sin camisa ni sostén frente a un espejo colocando los brazos a los costados, seguidamente comienza a inspeccionar las mamas de la siguientes manera:
- Mira al frente observando la presencia de arrugas, hoyuelos o alteraciones en el tamaño, forma o simetría.
- Verifica si los pezones están hundidos (invertidos).
- Inspecciona las mamas mientras haces presión sobre las caderas con las manos.
- Inspecciona las mamas con los brazos levantados sobre la cabeza y las palmas de las manos haciendo presión una sobre la otra.
- Levanta las mamas para observar si los pliegues de la base son simétricos.
Comienza a palpar
El autoexamen de seno manual se realiza de la siguiente manera:
- Recuéstate boca arriba en una cama o superficie plana, así el tejido mamario se desparrama, volviéndose más delgado y fácil de tocar.
- También puedes hacerlo en la ducha mientras enjabonas los dedos y las mamas para que se deslicen con suavidad sobre la piel.
- Usa la yema de los tres dedos del medio, no las puntas. Si tienes dificultad con la yema puedes utilizar otra parte sensible de la mano como la palma o el dorso de los dedos.
- Utiliza diferentes niveles de presión para palpar el tejido mamario. Aplica presión ligera para el tejido próximo a la piel, presión media para palpar un poco más profundo y presión firme para el tejido más próximo al tórax y las costillas. Asegúrate de utilizar todos los niveles para notar los cambios.
- Hazlo con calma, tómate el tiempo que necesites para realizar el autoexamen de senos, recuerda que tu salud es lo más importante.
- Sigue un patrón para examinar la mama completa, imaginando el cuadrante de un reloj o las porciones de un pastel. Comienza cerca del esternón, examinando el área con los dedos hacia el pezón. Luego mueve los dedos hacia la próxima zona.
Tip adicional
Si tienes dificultad visual y no puedes observar con claridad tus senos o algún otro problema que impida el autoexamen de mama, puedes pedirle ayuda a un familiar o amiga de confianza para realizarlo.
¿Cuándo consultar al médico?
Es común que durante el examen de mamas manual, algunas mujeres consigan pequeños bultos que puedan deberse a los cambios hormonales. Sin embargo, esto no debe ser una razón para entrar en pánico. Además, la apariencia y textura de los senos cambian con el paso de los años, por eso es mejor consultar con un especialista anualmente. Además tomar en cuenta:
- Cambios en la forma que se ven o sienten las mamas, como pesadez notable, engrosamiento o diferentes tejido circundante.
- Bulto o nódulo cerca de la axila.
- Hoyuelos, arrugas, protuberancias o crestas en la piel.
- Cambio reciente en el pezón.
- Enrojecimiento, sensación de calor, hinchazón o dolor.
- Secreción sanguinolenta del pezón.
- Picazón, escamas, llagas o erupciones.
El autoexamen de mama es una exploración de rutina recomendaba para que las mujeres conozcan mucho mejor su cuerpo y puedan detectar a tiempo cualquier eventualidad. Pero, tal y como ya mencionamos, siempre debes acudir a un especialista frente a cualquier síntoma o cambio extraño que notes en los senos.
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