El argentino Diego Schwartzman tiene un apodo que define su historia en canchas de tenis: “El Peque”, pero a pesar del mote, se ha convertido en un gigante en la tierra batida de Roland Garros. Se puede ver diminuto si se compara con otros jugadores del deporte blanco, pero aun así ha sabido sobreponerse a las adversidades y hoy está entre los cuatro mejores del legendario torneo francés, uno de los cuatro Grand Slams del deporte.
Al llegar a semifinales de Roland Garros, y tener que medirse este viernes contra Rafael Nadal, el dios de la arcilla, Schwartzman reafirma su inspiración y le da más valor a la historia de superación que carga sobre sus hombros. Solo mide 1.70 de estatura, según la ATP, aunque él mismo ha revelado que su tamaño es de 1.68. Es una talla muy chica para los jugadores de élite que, muchas veces, llegan a superar el 1.90.
“No recuerdo si me decían que no podía jugar, pero sí que lo tendría mucho más difícil que cualquier otro jugador con altura media que hay en el tenis. Además, cada vez son más altos”, recuerda Schwartzman en una entrevista con El Español sobre su historia de vida, las palabras fueron esbozadas más de dos años antes de su gran actuación en Roland Garros. “Hay una altura media muy elevada que ayuda dentro de la pista en el saque, en los golpes, en generar más fuerza. Pero no, nunca me crucé con nadie que me dijese que no podría jugar al tenis, quizás mis padres sí. Por otra parte, algo de razón habrían tenido”.
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Pero la estatura no es lo único que le ha hecho difícil su estadía en el tenis. Aunque ha ganado un estimado de 8.3 millones de dólares en su carrera, algo que no incluye el premio metálico en Roland Garros por llegar a semifinales, el argentino de 28 años casi no se dedica a las canchas por problemas económicos de su familia.
“Argentina pasó una etapa mala que coincidió con mi nacimiento. La gente no estaba bien económicamente”, recuerda Schwartzman sobre su historia. “En ese momento no era nada fácil dedicarse al tenis, sobre todo en una familia que trataba de salir adelante. Yo tengo tres hermanos y mis padres también tenían que darles todo lo que podían ellos. Tampoco es fácil para una familia que había estado bien económicamente pasar a no tener nada, como fue el caso”.
Aunque existe la posibilidad de que Schwartzman caiga en semifinales de Roland Garros contra Nadal, considerado el mejor tenista de todos los tiempos en tierra batida (el español tiene 12 títulos en Roland Garros), el argentino tiene mucho más que ganar. Es posible que logre una sorpresa como en el Abierto de Roma, en donde hace unas semanas derrotó al español. De todas maneras, El Peque ya es un ganador, y también un gigante.
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