La Organización Panamericana de la Salud suspendió el derecho a voto de Venezuela por deudas acumuladas de sus contribuciones, indicó una resolución aprobada por la máxima asamblea anual del organismo regional.
José Manuel Olivares, Diputado a la Asamblea Nacional, y Comisionado Presidencial para Emergencia en Salud y Atención Sanitaria al Migrante, abordó el tema en el programa Día a Día, conducido por César Miguel Rondón.
“No es un tema nuevo. Es una deuda que tiene la dictadura de Nicolás Maduro en el fondo rotatorio de vacunas. Esa es la explicación del por qué en Venezuela hay difteria, sarampión y distintas enfermedades que son inherentes a la vacunación. Al final la medida es tomada ante el intento nuevamente de enviar al señor Carlos Alvarado, quien vergonzosamente dirige el Ministerio de Salud en Venezuela. La decisión fue tomada por todos los Ministros de Salud de la región, que son los que conforman el directorio de la OPS, y decidieron no permitir más la presencia del señor Alvarado. El mecanismo que encontraron fue la suspensión. Esto no es más que un nuevo reconocimiento a la Asamblea Nacional y un desconocimiento de la usurpación de Nicolás Maduro en el Ministerio de Salud. A pesar de eso, la OPS sigue contribuyendo con el tema del COVID-19”, explicó Olivares.
El tema del COVID-19 es el más preocupante en Venezuela. Nicolás Maduro y su círculo insisten en que la curva se está aplanando. No obstante, vemos que 200 trabajadores de la salud han fallecido.
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“Maduro miente e improvisa. Lo más triste es que detrás de la mentira está la intención de llevarnos a una farsa electoral sobre el cadáver de médicos, enfermeros y miles de venezolanos. La verdad está en nuestros hospitales, en la Gran Caracas no hay ni una sola cama disponible de terapia intensiva. La verdad es que Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro, son Estados que no tienen unidades de terapia intensiva. Tenemos la mayor tasa de mortalidad de personal de salud en el mundo por COVID-19. La realidad es que Maduro manipula las cifras. Decía hace unos días que la tasa de letalidad más baja del mundo es la de Venezuela, eso solo corresponde a la mentira. Lo que hay es un aplanamiento virtual de la curva que miente el número de casos y fallecidos para llevarnos a una falsa normalidad. Hoy en Venezuela hay más casos que capacidad de prueba. Todos los modelos matemáticos y los estudios nacionales e internacionales coinciden que hay alrededor de 4.000 y 5.000 casos diarios en el país, pero la capacidad de prueba no es más de 1.000 diarias”, agregó el entrevistado.
Más allá del COVID-19, hemos visto que la situación del país se agrava cada día más. La inflación crece cada día, hay escasez de gasolina, no hay agua, los cortes de luz son cada día más seguido y el estado de la salud no es ajena esta situación.
“Es una dualidad de sentimiento complicada. El centro de atención en estos momentos está en el COVID-19, pero se nos olvida la lucha de nuestros pacientes renales, quienes no tienen a disposición unidades de diálisis. Hay 82% de escasez en quimioterapia, el drama de nuestras mujeres con cáncer de mama, la tragedia que viven los niños con leucemia. También se nos olvida que la mayoría de los tomógrafos y equipos de rayos x no funcionan. Eso se traduce que en Venezuela el que no tiene plata muere. El que no puede acudir al sector privado se muere por mengua, porque no hay insumos. Más de la mitad de la salud de los venezolanos está sobre el sector privado. La palabra más repetida en un hospital y que la dice un médico es ‘no hay’”, dijo Olivares.
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