Las autoridades de Botsuana revelaron que una cianobacteria fue la causa de la misteriosa muerte de unos 300 elefantes a mediados de año en este país de África.
Así se pudo establecer luego de que los científicos realizaran investigaciones durante tres meses para identificar la causa del fallecimiento de estos paquidermos, en uno de los países que tiene la mayor colonia de elefantes en el mundo.
De acuerdo con los expertos, las cianobacterias son un tipo de bacterias que tienen la capacidad de hacer la fotosíntesis y aflorar en el agua, por lo que son capaces de producir toxinas que envenenan la fauna terrestre y marina, así como provocar algunos trastornos para el ser humano.
El subdirector del Departamento de Fauna Salvaje y Parques Nacionales de Botsuana Cyril Taolo, manifestó que el número de elefantes que murieron por culpa de las cianobacterias ascendió a unos 330 ejemplares, lo cual es una mala noticia en la lucha contra la conservación de esta especie.
A pesar de los científicos hallaron la causa de las masivas y repentinas muertes, algunos sectores aseguran que todavía hay muchos interrogantes sobre este extraño y lamentable suceso.
“Tenemos aún muchas preguntas por responder, incluido por qué solo los elefantes se vieron afectadas en el área involucrada y qué pudo desencadenar todos estos cambios que hemos visto en la zona. Son varias hipótesis que estamos investigando”, señaló Mmadi Reuben, veterinario jefe del Departamento.
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De acuerdo con el experto, los estudios permitieron comprobar que las muertes terminaron en la época en la que se secaban las charcas de agua de la región afectada, cerca de la localidad de Seronga al norte del país.
“En adelante vamos a monitorear la situación y a idear procedimientos para evitar más muertes en la próxima temporada”, indicó Reuben.
Las alarmas siguen encendidas
Las alarmas sobre la muerte de los elefantes se encendieron en mayo cuando se encontraron los cadáveres de decenas de elefantes en la zona del Delta del Okavango, en donde los expertos no pudieron establecer la causa de sus decesos a simple vista.
Las primeras hipótesis plantearon que estos elefantes pudieron haber sido envenenados por cazadores para robar sus colmillos, pero las exploraciones que se hicieron en la zona permitieron establecer que alrededor de 300 paquidermos murieron en similares condiciones, con signos de daños neurológicos repentinos.
Asimismo, se pudo establecer que ninguna otra especie se mostraba afectada, ni siquiera los carroñeros que se habrían alimentado de los elefantes fallecidos como las hienas o buitres.
“Es muy extraño, especialmente que sean solo elefantes”, explicó Niall McCann, director de conservación de la británica National Park Rescue, una de las organizaciones que investigaban el problema.
Sin embargo, este hecho ocurría en medio de la pandemia de COVID-19, un escenario que complicó las investigaciones por las restricciones de movimiento impuestas para combatir la expansión del coronavirus.
La pandemia también retrasó los resultados de las pruebas científicas ya que Botsuana tuvo que enviar muestras a laboratorios de otros países.
El elefante es el animal terrestre más grande del mundo y es considerado un verdadero ingeniero de los ecosistemas, ya que desempeña un papel clave en los hábitats donde vive y ayuda a mantener el equilibrio de la biodiversidad.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió que unos 415.000 elefantes están en peligro por la caza furtiva y la pérdida de sus hábitats en África.
“A principios del siglo XX había 10 millones de elefantes en África. Pero décadas de caza furtiva y pérdida de hábitats han cobrado un alto precio a estas criaturas inteligentes y altamente sociales. Hoy solo quedan 415.000 elefantes, que están en peligro”, indicó el PNUMA.
Botsuana es uno de los países con la mayor densidad de población de elefantes del mundo con más de 135.000 ejemplares; aproximadamente un tercio del total de continente africano, y uno de sus grandes atractivos turísticos con los safaris de lujo.
Sin embargo, la preocupación de los expertos es que el 10 % de la población de estos elefantes se encuentra en la zona afectada por esta cianobacteria en el Delta del Okavango, la cual es muy conocida internacionalmente por su turismo de safaris de lujo.
Las organizaciones animalistas y de conservación han encendido las alarmas por esta extraña muerte de elefantes que se viene registrando en algunos países de África, pero ahora que se ha identificado la causa esperan diseñar planes de manejo para poder evitar que estos animales se vean expuestos a esta cianobacteria.
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