Hoy se realizó la octava ronda oficial de contactos y ocurre en medio de especulaciones de que el gobierno de Boris Johnson pretende cambiar las reglas del juego a última hora, violando los términos del acuerdo de retirada de Gran Bretaña de la Unión Europea firmados el 31 de enero de 2020. Link de transmisión en vivo: https://youtu.be/XykHGIaIjzE
Pero ¿cuáles son los obstáculos que ha presentado el acuerdo firmado por el Primer ministro Boris Johnson, quien se dice ganó las elecciones justamente porque podía decir en qué términos Gran Bretaña dejaría la Unión Europea y sus oponentes, no?. ¿Cumplirá ahora esos términos del acuerdo de retirada, convertidos en obstáculos, o trata de cambiarlos un Boris Johnson enfrentado a las consecuencias de sus decisiones? Los temores en la comunidad europea no han hecho sino crecer.
Tras la recesión económica que ha dejado la pandemia, las leyes sobre rescates y ayudas a empresas se han vuelto vitales por lo que la Comunidad Europea debe asegurarse que Gran Bretaña no actúe con ventaja, para lo que le exige que mantenga una “alineación dinámica” con las leyes comunitarias sobre subsidios. Es decir, que el Gobierno británico cumpla con las futuras normas que apruebe la Unión Europea, aunque no pueda intervenir en su diseño.
Londres rechaza estas dos variables pues limitarían su capacidad para rescatar compañías o sectores en problemas y considera, atentan contra su soberanía. Propone el gobierno de Johnson, que ambas partes se informen mutuamente cada dos años sobre los subsidios estatales que han aprobado en ese periodo.
Sin embargo, el acuerdo de retirada de Johnson permite a Bruselas llevar al Reino Unido al tribunal de justicia europeo por los subsidios estatales y tomar represalias contra Reino Unido si sus ministros ignoran los fallos judiciales. Cosa que ahora pareciera estar anticipándose El otro obstáculo tiene que ver con la Pesca, pues desde el punto de vista político, se les vendió a los pescadores británicos la idea de que los arreglos con la Comunidad europea le habían perjudicado, y fueron justamente los pescadores los partidarios más fuertes del Brexit. El acuerdo de la Unión Europea supone que los dos lados continúen garantizando el acceso recíproco permanente a sus aguas y mantengan intactas las actuales cuotas, sólo entrando a negociar anualmente, la cantidad de capturas totales permitidas durante la siguiente temporada.
Mientras que Londres exige una negociación anual tanto para el acceso mutuo a las aguas como para la cantidad total de pesca permitida y las cuotas que se asignan a cada Estado. Según la Agencia de Noticias Associated Press, el gobierno británico “está tratando de pisotear unilateralmente su acuerdo de divorcio con la UE” Cita la agencia que: “Funcionarios de la Unión Europea dijeron que cualquier intento de invalidar el tratado internacional podría poner en peligro la paz en Irlanda del Norte y socavar las posibilidades de cualquier acuerdo comercial. Aunque el gobierno insiste en que no planea romper sus compromisos, parece que las preocupaciones sobre sus intenciones están detrás de la renuncia el martes 08 de septiembre de Jonathan Jones, uno de los principales funcionarios de su departamento legal.
Así lo sugiere El Financial Times el cual informó que Jones renunció “debido a una disputa sobre sugerencias de que el gobierno desafiaría partes del acuerdo de retiro”. Se trataría de la aspiración de Johnson de retroceder en partes del acuerdo Brexit del año pasado relacionadas con Irlanda del Norte, a través de una legislación nacional que anularía las disposiciones relativas a Irlanda del Norte contenidas en el acuerdo de divorcio legalmente vinculante, que establece los términos de la salida del Reino Unido de la UE en enero pasado. Ya el lunes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advertía en un tuit que implementar el Acuerdo de Retirada era “una obligación bajo el derecho internacional y un requisito previo para cualquier asociación futura”.
El martes 08 de septiembre, el secretario de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, confesó ante los parlamentarios en los Comunes, que el intento de Boris Johnson de anular partes de su acuerdo del Brexit "viola el derecho internacional “de una manera muy específica y limitada” El ministro Lewis explicó que se debía a que el gobierno estaba tratando de “no aplicar” la ley de la Unión Europea y agregó que hay “precedentes claros de que el Reino Unido y otros países deben considerar sus obligaciones internacionales a medida que cambian las
circunstancias”.
La ex primera ministra británica, Theresa May, a quien tanto combatió Johnson, dejó en claro su disgusto frente a esta posibilidad y preguntó cómo el Reino Unido podría “asegurar a los futuros socios internacionales” que “se puede confiar en que cumplirá con las obligaciones legales de los acuerdos que firma” Por lo pronto, Brendan Boyle, un alto congresista demócrata, advirtió hoy que Estados Unidos se negará a firmar un acuerdo comercial si Boris Johnson incumple las protecciones para Irlanda del Norte en el acuerdo Brexit.