CARACAS.- La desidia gubernamental y la corrupción no restan el encanto natural que tiene Margarita, una de las islas más hermosas del Caribe. No obstante, de la otrora “Perla del Caribe”, con sus calles repletas de turistas nacionales e internacionales, donde la vista se perdía entre vitrinas colmadas de exquisiteces, ropa y electrodomésticos, con una vida nocturna activa y diversa; hoy queda la nostalgia y el recuerdo.
Actualmente, la consentida de los venezolanos para vacacionar, sufre días continuos sin luz y es víctima de un plan riguroso de racionamiento eléctrico, entre autoridades que, lejos de hallar soluciones inmediatas al grave problema, se atribuyen responsabilidades entre sí, mientras los margariteños sufren la ineficiencia de las políticas erráticas.
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En la región insular, la hipótesis del supuesto “sabotaje” eléctrico se repite. Los apagones, de entre 9 y 12 horas, se viven diariamente ocasionados por la supuesta “voladura” de un gasoducto de PDVSA.
“Margarita no se convertirá en el Zulia”, advirtió el gobernador, Alfredo Díaz, quien asegura que la falta de luz se debe a la ausencia de inversión y mantenimiento en las plantas eléctricas.
A esta mala nueva, se le suma la depresión comercial de la isla. Al menos 80 % de los establecimientos se mantienen con las santamarías cerradas. Cifras de Fedecámaras dan cuenta de que siete de cada 10 tiendas del Puerto Libre han cerrado definitivamente, pues sus propietarios así lo han preferido para evitar trabajar a pérdida.
En septiembre de este año, Conferry, la principal empresa naviera que opera servicios de pasajeros y carga a las islas de Margarita y Coche; paralizó la única embarcación que le quedaba operativa. Los ferrys se hundieron y nadie respondió.
Hace siete años atrás, Hugo Chávez expropió la compañía que aquel entonces contaba con 11 embarcaciones.
En medio de la hiperinflación, el poder adquisitivo de los venezolanos no alcanza para disfrutar de unos días de relajación y playa en la región insular de Venezuela, tal como ocurría hace poco más de cinco años; muchos optan por recordar el pasado margariteño, entre el Castillo de Pampatar, la Bahía de Juan Griego, la calma de la Laguna de la Restinga y la diversión de Playa El Yaque; mientras esperan con prontas ansías volver a “La Perla del Caribe”.
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Virginia Hernández